Contrasta de forma clara y aparente la cantidad y variedad de anuncios y reclamos bajo títulos como "pareja busca chica para trío" o "buscamos chica para trío" en sitios y páginas web de contactos o especializadas en intercambio de parejas o para swingers, frente a la oferta realmente escasa de mujeres interesadas en tomar parte en tales encuentros.
Incluso la búsqueda de una mujer para tales fines en entornos más reales, como pueden ser clubs liberales o de intercambio de pareja, arroja resultados porcentuales similares en inicio para los embarcados en tales búsquedas.
Ya hemos reflexionado sobre las diferencia de motivaciones y pareceres entre hombres y mujeres a la hora de participar en un trío sexual, y visto la realidad práctica en que se traduce, con un menor porcentaje de interesadas, bajo distintas motivaciones y preferencias.
Tanto es así, que ha venido a denominarse precisamente "unicornio", por su escasez y dificultad de hallazgo, anecdótico en muchas ocasiones y entornos, a la mujer, generalmente bisexual y soltera, que se implica en solitario y sin necesidad de compañía o pareja en relaciones sexuales esporádicas con parejas.
Todos las buscan y no todos las encuentran. Sobre todo en el caso de jóvenes o personas inexpertas, ajenas al mundo liberal y sus entresijos, que llegan a creerlas un mito o leyenda urbana, sólo presentes en películas pornográficas.
Pero lo cierto es que existen. Algunas, declaradas abiertamente como tales e interesadas en todo tipo de propuestas, cuando no asiduas a locales swinger; otras, heterosexuales o bisexuales que se prestan o podrían implicarse en una experiencia sexual en trío si se presenta la oportunidad o sugerencia adecuada.
Aunque muy pocas se anuncian abiertamente.
Ha de tenerse presente la diferencia de perspectiva entre la pareja interesada en atraer a una mujer para montar un trío, en ausencia total de riesgo o incertidumbre; y la propia de la así llamada "unicornio", que se enfrenta a la intromisión en una pareja, quizás consolidada, desde la visión generalmente más recatada y reticente frente a situaciones desconocidas y potencialmente peligrosas propia de una mujer sola.
Ante esta problemática, hemos decidido publicar esta guía sobre cuestiones prácticas y reflexiones sobre la mejor forma de afrontar esta búsqueda y llevarla al mejor término posible con los menores sobresaltos y sinsabores.
Perspectiva Real
Casi toda las parejas de mente abierta, muchas mujeres bisexuales o bicuriosas y un gran porcentaje de hombres han fantaseado con un "unicornio" para hacer un trío sexual, imaginando una mujer atractiva, perfectamente bisexual, falta de sentimientos y dispuesta a satisfacer a ambas partes de la pareja según su respectivo capricho y solicitud, sin amenazar en modo alguno su estabilidad, para desaparecer tras cumplir su función y quedar a la espera de ser reclamada de nuevo.
Un mero juguete sexual de carne y hueso listo para hacer realidad una fantasía de pareja, o para dar morbo, variedad y posible solución a situaciones de monotonía e insatisfacción.
No vamos a decir que tales ejemplares no existan, porque haber, hay de todo. Pero lo cierto es que la mayoría de ellas no existen más que en imaginario lubrico, o tras efectuar el pago correspondiente.
Hay muchas mujeres que fantasean y se sienten atraídas por la idea de tener sexo en trío con una pareja, incluso sin mayor relación que la pura meramente sexual seguida de una simple despedida. Pero la aproximación más lógica y realista a esta iniciativa sexual pasa por considerar la realidad de que se trata precisamente de una persona con deseos, necesidades, emociones y opiniones propias que han de ser tenidas en cuenta y respectadas.
Cualquier otra perspectiva conduce generalmente a la falta de resultados o a situaciones realmente desagradables en la práctica.
Amplitud de Búsqueda
Los unicornios son escasos y esquivos.
No debe repararse en esfuerzos y ampliar la variedad de círculos y entornos si se quiere lograr algún resultado.
Online, es aconsejable publicar tantos anuncios y perfiles como tablones y sitios web especializados lo permitan, y llevar una cuidada atención y gestión de cada uno de ellos. No se trata de poner un anuncio o dar de alta un perfil buscando una mujer para un trío, para después desentenderse y no volver a visitar el panel de control ni consultar las respuestas o interacciones de posibles interesadas en la dirección email que se haya utilizando como medio de contacto.
En el mundo exterior, existen locales liberales, de intercambio de parejas y clubes de sexo frecuentados por posibles candidatas y por parejas que pueden ofrecer información o mayores perspectivas.
La Mujer como Reclamo
Nada hace sentir a una mujer más segura que otra mujer.
Las mujeres reciben propuestas e insinuaciones constantes de hombres en todo tipo de situaciones y momentos, tornándose en una situación agotadora e incluso ofensiva para ellas al verse como objetos de un interés meramente sexual.
La apertura de contacto o propuesta por parte de otra mujer está libre de tales connotaciones y supone un acercamiento más suave y común a cuestiones como posibles celos o trato o comportamiento inapropiado una vez en la experiencia real. Una aprobación de parte de otra mujer a participar en un trío.
Por ello, entre las diversas alternativas a la hora de publicar un anuncio o perfil reclamando una mujer para sexo en trío, es aconsejable presentar a la mujer como demandante, dejando la introducción de la parte masculina para los detalles o información adicional, o para el momento de la toma de contacto con las posibles interesadas.
En el caso de perfiles, los nombres de mujer o connotación femenina reciben mucha mayor atención por igual razón.
Perfiles y anuncios mostrando parejas sin mayor abundamiento en detalles cuentan con menos probabilidades de ser tenidos en cuenta, quedando en muy mal lugar aquellos que exponen al típico "protomacho" desplegando sus atributos físicos – o incluso sexuales – en la errónea creencia de impresionar a hembras ávidas de sexo desenfrenado.
Presentar a una mujer, parte de una pareja, interesada en mantener relaciones sexuales con su propio género, y no como alguien buscando satisfacer a su pareja, hacerse con un nuevo juguete sexual o motivada por la mera curiosidad, incrementa realmente las posibilidades de lograr el objetivo deseado, al
Es ella la que busca, propone y organiza, para después presentar a su pareja a la posible candidata.
Lenguaje Apropiado
Nunca vais a encontrar un unicornio si no pensáis como ella.
En la publicación de un anuncio o perfil en Internet, debe contarse una historia que haga sentir bien a una mujer a través del lenguaje e imagen publicada. La búsqueda de una relación placentera desde la normalidad física, relacional y emocional, incidiendo en el respeto, seguridad y control de la situación.
Por supuesto, como en cualquier otra estrategia de acercamiento a un mercado, el lenguaje y sus giros son esenciales a la hora de encontrar y convencer a una mujer para participar en un trío sexual. Deben distinguirse y aplicarse en su contexto y propiedad expresiones como "liberal", "abierto", "poliamoroso", "swinger", "unicornio", "bisexual", "bicurioso", etc. en función de la persona que quiere atraerse y sus motivaciones, sin mezclar o confundir vocablos con sentido propio en ciertos entornos y para determinadas personas.
Igualmente, se ha indicado la diferencia entre "chica" y "mujer", con una clara connotación ofensiva o incluso denigrante en el caso del primer término desde el punto de vista de mujeres bisexuales de tendencia abierta y alto concepto del género y las relaciones humanas.
Entorno Correcto y Comunicativo
A la hora de plantear un primer encuentro real, debe ponerse igualmente el acento y esmero en crear un ambiente que inspire seguridad, confianza, amistad, complicidad y positividad, siempre con la parte femenina como directora de la situación.
Un ambiente que debe prepararse de antemano con una cuidadosa discusión de pareja para dejar clara el interés y motivaciones en el trío sexual a fin de evitar incongruencias o discrepancias que podrían perjudicar un primer encuentro con posibles candidatas.
La comunicación y atención deben centrar la conversación, presentando las motivaciones propias al tiempo que interesándose de forma real por las de la mujer invitada a la pareja, a la que hay que hacer sentir bienvenida, deseada y considerada en sus deseos y opiniones.
En especial, deben evitarse asunciones y sobreentendidos, y no escatimar en preguntas o comentarios tendentes a clarificar situaciones o pareceres.
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