Autor: Marceloks
9 Marzo de 2017
Posiblemente esto nunca me lo publiquen porque no es precisamente acorde con los intereses de este sitio web, pero quiero decir que estoy muy en desacuerdo con todo este tema que parece haberse puesto de moda de los tríos sexuales e intercambio de parejas a diestro y siniestro, o anunciarlo así, porque es algo negativo y con posibles consecuencias nefastas para los que se aventuran en este tipo de territorios de la sexualidad, digamos, alternativa.
Exponiendo de forma simple lo que para mí son sólo inconvenientes:
Grave peligro para la salud. Aunque los participantes en una de estas prácticas no tengan por qué ser pervertidos sexuales o promiscuos, lo cierto es que suele tratarse, aunque sea alguno de ellos, de gente con una vida sexual muy disoluta y alejada de la estabilidad, lo cual es un vector verificado para el contagio de todo tipo de enfermedades comunes y de transmisión sexual. Que si las relaciones de pareja normales conllevan un riesgo incluso tomando medidas de precaución y por muchas que se tomen, no digamos las que consisten en tríos y fiestas de sexo, donde se intercambian personas, que ya han corrido antes lo suyo con otros y otras.
Infidelidad y manejo consentidos. Las relaciones sexuales en trío conllevan siempre una infidelidad consentida o una manipulación de una de las personas para el disfrute de otra o de una pareja, que es la que organiza el encuentro para su disfrute egoísta, aunque siempre se aduzcan temas como el acuerdo y el consenso mutuo, que en la mayoría de los casos no son sino un gran fraude en que una de las partes induce a la otra a participar en un negocio consistente en poner los cuernos en su presencia. Sin mencionar que con este tipo de juegos se abre la puerta a una infidelidad consentida para que cada uno campe luego a sus anchas cuando más le convenga.
Pérdida de la intimidad de pareja. Porque una vez se ha participado en un trío o fiesta swinger o como se llame ahora a las orgías, ya nunca se vuelve a ser el mismo o la misma. Se ha perdido o roto algo, y ya no se puede conducir la vida de la misma forma. No puedes mirar a tu pareja a los ojos después de haber tenido relaciones sexuales con otra o visto como otro hombre la disfrutaba frente a ti. Una cosa es darse a la lujuria y al vicio en la relación de pareja, y otra muy distinta es participar en este tipo de asuntos siendo parte de una.
Celos, tensiones y problemas de pareja. Relacionado con lo anterior, me hace pensar en si se puede seguir en una pareja después de haber probado otras cosas. Además de que puede darse el supuesto de que, en el transcurso de la situación, una de las partes muestre una mayor y clara preferencia por uno de los participantes, lo cual conducirá siempre a un problema de pareja e incluso a su ruptura, como ha habido casos y los va a seguir habiendo después entrar a formar parte de este tipo de clubs.
Posible estigma social. Por mucho que se diga y se aconseje, la gente habla y al final puede acabar sabiéndose todo. Y salvo que seas (o seáis) un artista de la discreción y el camuflaje, capaz de inventarte perfiles falsos y no dejar huella en ninguna parte, viajar y volver sin sentir, es muy probable que tus desmanes acaben haciéndose más o menos públicos con el correspondiente marcaje social que ello conlleva el tener que ver con todo este mundo reputadamente obsceno, libertino e impúdico. ¿A quién le gusta ser tildado de pervertido sexual o “guarro”, bisexual, o incluso gay o lesbiana? Y no digamos si la noticia se tiene en el entorno familiar.
Problemas de seguridad. El intercambio, la promiscuidad y el andar de acá para allá alternando y manteniendo relaciones con personas desconocidas puede ocasionar problemas relacionados con delincuencia, prostitución y conflictos personales por toda la problemática que resulta de este tipo de relaciones tan peculiares.
Sobrevaloración del supuesto placer de los tríos. Hacer el amor entre tres personas no es tal cosa, porque de entrada no es natural. Las relaciones sexuales son entre dos, los que sean, y no tres. Salvo que estés ante expertos sacados de una película pornográfica, la cosa se complica y puede resulta incluso en un fiasco de consecuencias incómodas y mal asimilables para los participantes. Mucho bombo en torno al sexo en trío y la gozada que te vas a pegar, y luego no es sino tres personas con mucha dispersión de cosas y esperando a que les llegue su turno de dar o recibir.
En fin, podéis pensar que soy y llamarme conservador o cosas peores – que me las han llamado – pero yo pienso como mucha gente y estoy totalmente en contra de las orgías, los tríos, los cuartetos y lo que vayan inventando en el futuro, muchas veces desde el mundo de la pornografía y los sex shops e industria circundante, que viven precisamente de este tipo de cosas.
Gracias por vuestro tiempo.
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