POLIAMOR Y TRÍOS SEXUALES EN CASA GALLEGA

Relato vital de tres personas viviendo en relación poliamorosa que incluye tríos y práctica sexuales en común en casa gallega tras ser acosados en Madrid.

Cuatro a Tres

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Autor: Poliamores

27 de marzo de 2017

La relación amorosa, íntima y sexual entre tres personas siempre ha existido, se llame poliamor o como guste denominarla en cada época, y nosotros tres vamos a seguir practicando nuestras relaciones sexuales poliamorosas y tríos según nos venga en gana por mucho que critique la gente.

Somos un trío poliamoroso compuesto por un chico y dos chicas que comparten su vida y relaciones íntimas desde hace dos años en Galicia, a donde nos tuvimos que marchar después de sufrir el acoso y hostigamiento de diversos vecinos en un barrio de la localidad madrileña donde nos conocimos.

No voy a dar detalles ni nombres porque estamos hartos de que se nos identifique.

Hay mucha hipocresía y mala leche en torno a las relaciones íntimas y sexuales, y no sólo hacia homosexuales, lesbianas y bisexuales, sino contra todo aquel que se salga lo más mínimo de la norma clásica. Y no porque estés haciendo algo malo, sino porque en esta sociedad bulle una violencia que aprovecha cualquier excusa para estallar contra todo el que se presente como débil, distinto o supuestamente privado de la pátina de honorabilidad pública.

Cualquiera con la más mínima mancha o supuesto fallo moral o de personalidad es presa fácil para la burla y el escarnio públicos. Y siempre ha sido así.

Yo vivía con mi pareja en una localidad madrileña y empezamos a frecuentar locales liberales porque sentíamos la necesidad de compartir nuestra sexualidad con alguien más. Habíamos hablado de buscar una chica para hacerla nuestra novia, tenerla en casa para relacionarnos con ella, ser un trío y vivir juntos, etc. Sin términos ni vocabularios. Aún no habíamos explorado el tema y conocido términos como "poliamor", "menáge à trois", etc. Son cosas que llevas dentro y a las que no les das ningún nombre especial porque tampoco lo necesitan.

Tras practicar varios tríos sexuales con chicas del entorno swinger, e incluso intercambiarnos con otras parejas, conocimos a Clara, una chica que ejercía como arquitecta y decoradora de interiores en Madrid, con iguales preferencias y gustos en el plano íntimo y sexual, y con la que tuvimos varios encuentros sexuales muy agradables, hasta que la invitamos a venirse a nuestra casa para pasar un fin de semana.

Después pasamos otros fines de semana, que se fueron alargando hasta el lunes por la tarde, miércoles e incluso durar toda la semana en el caso de puentes y fiestas de por medio, hasta que le propusimos venirse a vivir con nosotros de forma permanente.

Vivíamos en una casa dentro del casco urbano cerca de la capital, y todo fue bien durante los primeros meses. Hacíamos el amor todas las noches entre los tres, y montábamos auténticos maratones de tríos los fines de semana, con sexo más duradero que en las relaciones de pareja por la mayor variedad y posibilidades que plantea esta combinación y el mayor grado de excitación sexual que proporciona.

La sexualidad entre tres no tiene ni comparación con las relaciones de pareja; es más rica y variada y deja más posibilidades al imaginario y diálogo lascivo y erótico por razones obvias. Aquella casa estaba llena de voluptuosidad y lujuria, juegos, risas, masturbaciones, orgasmos y placer sin límites, además de las relaciones personales comunes en todas las parejas, que se veían enriquecidas por la presencia de un tercer elemento.

Llegamos incluso a realizar varios viajes y fuimos de vacaciones juntos a Cuba. Nuestra situación económica nos lo permitía y lo disfrutamos a tope.

Hasta que llegó el buen tiempo, y con él empezamos a utilizar el jardín de nuestra casa para hacer comidas y cenas al aire libre.

No sabemos quién ni cuándo nos vieron, pero lo cierto es que un día una de mis chicas volvió de unas compras y comentó que unos chavales se le habían acercado en la calle y le habían preguntado "cuánto cobraba".

No quisimos poner una denuncia por miedo al escándalo, que sabíamos iba a empeorar aún más las cosas, y apostamos por la discreción, esperando y deseando que fuese un hecho aislado. Pero el fuego ya se había prendido y no tardó mucho en quemarnos la tranquilidad y obligarnos a marchar.

Alguien debió de vernos en posturas o actitudes más que cariñosas en alguna sobremesa tras una comida o cena en nuestro jardín, y pronto se corrió la noticia como la pólvora. De hecho, ya habíamos comentado varias preguntas de alguna vecina sobre nuestra convivencia en la misma casa. Había rumores.

He leído una historia parecida en este mismo blog, que ha sido precisamente lo que me ha animado a contar la nuestra.

Señalamientos de grupitos en la calle, silencios y reojos en la tienda del barrio, miradas y cuchicheos en los bares por la noche.

Hasta que un día nos levantamos y nos encontramos con una pintada en la puerta metálica exterior que rezaba así:

"Guarros"

Tuvimos que marcharnos sin más.

Una de las chicas había recibido una casa de campo en Galicia en herencia hacía unos años, y decidimos poner rumbo a aquellas tierras para bien. Se trataba de una propiedad muy apartada en la provincia de Lugo, rodeada de bosques de robles y muy prometedora para personas en busca de tranquilidad.

Aunque no estaba en condiciones de habitabilidad por falta de residentes en los últimos veinte años, no nos fue difícil reformarlo y dejarlo como nuevo para hacer de él nuestro nuevo hogar y lugar en poder vivir cómoda y discretamente, dando rienda suelta a nuestras apetencias sexuales, lujuria y voluptuosidad.

Desde entonces vivimos haciendo lo que nos da la gana, y vamos a seguir así hasta que nos hartemos. A ser posible para siempre.

Pero lo cierto es que son sólo palabras, porque tenemos que vivir a escondidas y de espaldas al público general. No podemos ir cogidos por la calle más que por Chueca o en Barcelona algún fin de semana o puente. Y siempre disimulando con la gente de los alrededores. Lo cual no es digno.

Primero fueron las parejas de hecho, luego los matrimonios gais y ahora se está hablando de un futuro en que se permitirán las uniones e incluso matrimonios de tres personas.

Podéis leer bastante sobre el tema en este artículo dentro de este mismo blog: "Tríos Poliamorosos y Matrimoniales o Trimonios".

Además de artículos periodísticos de este mismo mes de marzo de 2017:

Y muchos más sobre poliamor, práctica de tríos sexuales y sus consecuencias, como habéis visto.

Puede que llegue algún día sea algo común y normal, pero lo cierto es que falta una buena tirada hasta entonces, porque la verdad es que los gais, lesbianas y bisexuales siguen siendo acosados y hasta vejados. Y no digamos otras opciones, como la nuestra.

La realidad es que para la mayoría de la población somos unos viciosos y gente obscena, seguramente relacionados con la prostitución o la pornografía, y dados a una forma de perversión o incluso enfermos no diagnosticados de alguna clase de trastorno mental.

Aunque también hay que decir que un amplio porcentaje de la población no deja de consumir porno, acudir a prostitutas y participar en tríos sexuales y orgías en cuanto se les presenta la oportunidad de hacerlo. Estén libres, comprometidos o casados, que poco les importa a muchos y muchas a la hora de darle marcha al pene o al coño respectivamente.

Mucha falsedad e hipocresía de la que todos somos víctimas de una manera u otra.

Un saludo y gracias.

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