TRÍOS POLIAMOROSOS Y MATRIMONIALES O TRIMONIOS

Poliamor y matrimonios triales, o trimonios, como nuevas formas de convivencia íntima y familiar, y su problemática social, moral, política y jurídica a nivel internacional.

Cuatro a Tres

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Autor: EQUILATO

1 de septiembre de 2017

El desarrollo de los derechos y las libertades públicas a nivel internacional ha resultado en la popularización y normalización de relaciones personales marginadas y ocultas hasta ahora, como son los tríos y las relaciones poliamorosas, que están siendo ya reguladas por algunos ordenamientos jurídicos, dando lugar a nuevas figuras jurídicas propias del derecho de familia de diversos países, como es el matrimonio trial – o trimonio. Aunque no sin un gran debate y controversia social, moral y política.

El matrimonio trial, triple o trimonio consiste precisamente en una unión matrimonial entre tres personas respectivamente y en un único acto jurídico, por el que cada uno de los contrayentes o autorizantes se une matrimonialmente con los dos en cualquiera de las cuatro posible combinaciones (dos mujeres y un hombre, dos hombres y una mujer, tres mujeres o tres hombres).

No debe confundirse pues con la bigamia, muy extendida en algunos países africanos y asiáticos, en cuyo supuesto un hombre contrae matrimonio – generalmente – con dos o más mujeres, que no acceden con ello a ninguna relación matrimonial entre sí.

El matrimonio trial hace posible la unión legal de tres personas que se encuentran en una relación previa de carácter múltiple; poliamorosa, como se ha venido en calificar últimamente, formando un trío afectivo y sexual, y una unidad familiar con efectos jurídicos para sus miembros y la sociedad en que se integra una vez perfecto el procedimiento civil.

Todo ello ha abierto un gran debate social, moral y jurídico con fricciones con figuras como la bigamia, prohibida por la legislación penal de los países involucrados en estos desarrollos, hacia modelos de flexibilización en reconocimiento de formas afectivas y de convivencia conocidas desde antiguo.

Tríos sexuales y amorosos que han existido desde siempre, aunque ocultos y disfrutados clandestinamente para evitar problemas personas y rechazo social, cuando no la sanción penal.

No obstante, una realidad que va haciéndose notoria a pie de calle, con reflejo ya en redes sociales y hasta en programas televisivos, para ser finalmente reconocida y regulada en mayor o menor medida y con diversos efectos mediante instrumentos legales en varios países, como ya se ha producido en Brasil y Colombia, con numerosos casos de solicitud de legitimación en diversas instancias legales y judiciales en Canadá y Estados Unidos.

Numerosas encuestas y estudios sociológicos muestran que el poliamor – conocido anteriormente como "ménage à trois" – no sería en muchos casos sino un acuerdo para evitar el engaño y la infidelidad dentro de la relación monogámica, seriamente en entredicho en las sociedades modernas, con una muy alta incidencia de casos de adulterio.

A pesar de todo, la incongruencia parece afianzarse sobre pilares de moralidad y pública honestidad al percibirse una cierta aceptación e incluso disculpa de las aventuras extramatrimoniales frente a una consideración claramente aberrante y anormal de las relaciones amorosas a tres o más bandas; llámense como se llamen.

Además, muchos analistas occidentales ponen desde hace tiempo en duda el carácter monógamo del ser humano en vista precisamente del alto índice de separaciones y divorcios – alrededor de un tercio de las uniones – lo cual ha llevado a algunos a hablar de "monogamia en serie".

Sin olvidar que se trata de un modelo de convivencia minoritario en una comunidad global con más del 80% de sociedades que admiten la poligamia. Concretamente alrededor del 25% de países del mundo, con la mayoría de ellos en regiones dominadas por el Islam (Norte de África, Oriente Medio y Sudeste Asiático).

Es más, los países europeos están viendo como su legislación contra la poligamia está siendo confrontada en la esfera práctica por sucesivas oleadas de inmigrantes musulmanes, cuyos modelos familiares son respetados por aplicación de fórmulas de derecho internacional privado.

Todo ello nos lleva a una consideración relativista de la monogamia como algo natural, normal o consustancial del ser humano, frente a una realidad plural reflejo de una naturaleza y conducta casi tan diversificada como la multitud de individuos que la integran.

Ciertamente, el reconocimiento legal de las relaciones poliamorosas estables o su equiparación con el matrimonio o la convivencia de hecho tradicionales quedan aún en el futuro; no obstante, la mayor y más natural aceptación de nuestras diferencias y variedad como especie está teniendo ya un efecto significativo en la forma de regular las comunidades y miembros en los años venideros.

Reconocimiento y normalización reclamada en muchos casos por los colectivos interesados.

Así, un sondeo realizado entre 4.000 personas dentro del colectivo poliamoroso en Estados Unidos en 2012 reveló más de un 75% de personas interesadas en un matrimonio legal si estuviese disponible, y más de un 90% de acuerdo en que los "matrimonios consensuales de diversas partes entre adultos" deberían gozar del mismo estatus legal que el matrimonio entre dos personas.

Una motivación y deseo mayoritario en este colectivo en favor del matrimonio poliamoroso – en trío o incluso entre más personas – que resulta de forma natural del apoyo y reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo en una amplia lista que engloba a más de una veintena de países, principalmente en Europa y las Américas, y en constante ampliación en todo el mundo, desde su aprobación inicial el 1 de abril de 2001 en los Países Bajos. Con algunos apoyos institucionales recientes en algunos países y regiones, como comentamos más adelante.

Un proceso de aceptación de nuevas formas de relación y convivencia que no sorprende en absoluto a un buen número de expertos y analistas incluso en el mundo occidental.

Así, socióloga británica Patricia Morgan, especializada en política familiar y criminología, afirma que la proliferación de una variedad de relaciones que irán equiparándose legalmente al matrimonio tradicional es inevitable una vez que esta institución ha sido redefinida.

Tal y como indica, "Una vez que te apartas de la fórmula un hombre y una mujer, ¿qué esperas? Ésta es la relación regenerativa tradicional. Una vez permites a dos hombres [casarse], ¿dónde están los límites? La gente dice que esto no va a ocurrir pero ¿dónde termina? Vais a adoptar la poligamia de los musulmanes ¿no es cierto? La gente simplemente tiene los ojos cerrados si piensa que esto no va a ocurrir".

Mantiene además que parte del problema consiste en la visión moderna del matrimonio como una "relación de pareja" basada en definiciones subjetivas de "amor", en exclusión de su propósito más amplio como contrato público al servicio del bien común al sustentar la procreación y educación de futuras generaciones.

También desde el Reino Unido, la doctora Sharon James, analista político de "Coalition for Marriage" – movimiento británico de corte cristiano en campaña frente al matrimonio entre personas del mismo sexo desde su fundación en febrero de 2012 – se manifestó en términos similares en su intervención en el programa "Marriage Minutes".

Tras introducir y comentar la problemática y nuevo horizonte abierto tras la redefinición de la institución matrimonial con la eliminación de la exigencia la pareja de distinto sexo, cita la evolución de su puesta en práctica en varios países en América y Europa, con numerosos casos de tríos y relaciones poliamorosas exigiendo cobertura legal e incluso su reconocimiento como matrimonio, y concluye afirmando: "si apartas la definición de matrimonio de la unión natural de hombre y mujer, no hay razón lógica para detenerlo; es lo que dice la evidencia".

No obstante, el reconocimiento y regulación legal de estas nuevas formas de relación y convivencia marital no es una tarea simple.

La variedad de formas y tipos de convivencia poliamorosa hace difícil un tratamiento unitario en ningún país o región del mundo donde se analice el fenómeno.

En este respecto, el profesor de Derecho Hadar Aviram de la Universidad de San Francisco en Estados Unidos afirma que el matrimonio poliamoroso al estilo de la unidad familiar tradicional – donde sus miembros no tienen relaciones fuera del hogar – podría funcionar sin problemas como un matrimonio convencional.

En tal supuesto, indica que las relaciones parentales y de propiedad civil podrían dividirse legalmente, con iguales consideraciones con respecto a la paternidad biológica, sin que quepan mayores complicaciones que en el caso de las fórmulas adoptivas.

En el supuesto de relaciones extramatrimoniales, afirma la posibilidad de una aplicación adaptativa de las soluciones existentes para los supuestos de divorcio y acogimiento familiar de menores.

En cualquier caso, Aviram explica que el verdadero desafío a la hora de lograr una equiparación legal para estos supuestos proviene de la falta de protección normativa para las relaciones poliamorosas, como en el supuesto de las leyes antidiscriminatorias aplicables a los homosexuales.

Llegados a este punto, tanto este profesor como la investigadora y experta en temas legales Ann Tweedy, de la Facultad de Derecho de la Universidad Hamline (Saint Paul, Minnesota, Estados Unidos) argumentan que el poliamor debería ser considerado inicialmente como una orientación sexual, en la misma línea que la homosexualidad, para hacerse acreedora de protección de las leyes antidiscriminatorias.

Frente a la definición de la orientación sexual, como atracción por el mismo sexo, el opuesto o por ambos, Tweedy indica que la misma podría ampliarse para incluir otras preferencias sexuales entrelazadas con la propia identidad del individuo.

Según Aviram, ello refleja perfectamente lo expresado por muchos activistas poliamosos, que afirman tener un sentido innato de tal realidad, por otro lado forma de ser natural para ellos. En cuyo caso, y de ser real este esquema psicológico, deberían contar con la protección de las leyes antidiscriminatorias.

No obstante, estudios y encuestas realizadas sobre este particular arrojan un porcentaje similar entre los poliamorosos en tríos y otras relaciones múltiples que confirman tal parecer, y los que describen su situación como "una alternativa ética a la infidelidad". Algunos incluso sugieren que podría tratarse de una combinación de ambas.

Brasil

El debate sobre el reconocimiento de las relaciones estables entre tres personas en Brasil es un paradigma de la apertura y evolución de una realidad que se impone frente a la hipocresía social y moral, e incluso la prohibición penal de figuras como la bigamia en este país.

Una realidad que ya venía percibiéndose desde hace años en redes sociales y en muchas de las grandes ciudades brasileñas, que han venido sirviendo de centro de reunión de grupos, fiestas y eventos públicos en torno a las relaciones en trío y poliamorosas, como es el caso del "Poliencontro", celebrado ya en una docena de ocasiones para debatir nuevas formas de amor y relación sentimental entre tres personas.

Así, la serie "Avenida Brasil", que incluye la celebración de la boda poliamorosa de un trío de mujeres, sin demasiadas críticas en una sociedad cuya mayoría no se opone a este tipo de iniciativas, frente a la firme oposición de grupos católicos y evangélicos defensores de la familia tradicional.

Trío Matrimonial en Serie TV BrasilCelebración de un matrimonio trial en la serie brasileña "Avenida Brasil".

El derecho brasileño ya contemplaba la posibilidad de una unión civil de hecho con el requisito previo de la convivencia efectiva en una dirección física y la copropiedad de una cuenta bancaria. Situación que se hace extensiva a las uniones estables y a los matrimonios entre personas del mismo sexo por aprobación de una ley en 2003.

Avance normativo que fue sancionado más tarde por la sentencia a favor de la igualdad entre matrimonios de distinto o igual sexo del Tribunal Supremo Federal de Brasil. Y por la resolución de 2013 del Consejo Nacional de Justicia, que prohíbe a que los notarios públicos negarse a formalizar matrimonios entre personas del mismo sexo, situando al país en el puesto decimocuarto entre los que normalizan este tipo de uniones.

Por lo que respecta a las uniones de tríos de personas con relaciones de naturaleza poliamorosa, tenemos un primer caso formalizado mediante el procedimiento descrito de "unión estable" ante notario entre un hombre – arquitecto de profesión – y dos mujeres – cajera y auxiliar administrativa – en São Paulo en 2012.

Unión autorizada por la notaria Claudia do Nascimento Domingues, que creó incluso la expresión "Uniao Poliafetiva" ("Unión Poliafectiva") para referirse a una realidad sin expresión lingüística en Brasil, declaró que el trío se consideraba a sí mismo una familia con derecho según ella a su inscripción como tal en el registro público, aunque sin ninguna concesión de derechos, a salvo de la decisión judicial.

Nathaniel Santos Batista Junior – jurista que ayudó en la redacción del documento – indicó en su momento que el objetivo era proteger los derechos de estas tres personas en caso de separación o muerte de alguno de ellos.

Según afirmó Domingues, "estas relaciones no son nuevas, sino faltas de reconocimiento hasta la fecha".

Desde esa fecha, su oficina ha recibido otras tantas solicitudes de unión por parte de tríos e incluso un quinteto formado por dos hombres y tres mujeres.

No obstante, la existencia de relaciones sentimentales entre tres personas a lo largo de todo el país se hace también notoria y objeto de discusión jurídica y política con motivo de a la solicitud de escritura de "unión estable" ante notario por parte de tres mujeres – una empresaria y una dentista de 32 años, y una encargada administrativa de 34 – en Río de Janeiro a principios de octubre de 2015. Tras afirmar vivir juntas a modo de matrimonio estable basado en el amor, y expresar su deseo y decisión de tener un hijo y adjudicarle los apellidos de las tres partes, acudieron a formalizar esta unión con intención de solicitar el reconocimiento de derechos familiares con el fin de evitar situaciones de precariedad y desamparo para el futuro hijo o cualquiera de las partes.

Trío como Unión Estable en BrasilBrasileñas se cogen la mano en medio de esta gran polémica.

Las partes a favor de la normalización jurídica de este tipo de uniones entienden que podrían contar ya con el respaldo legal por aplicación de la citada jurisprudencia del Tribunal Supremo brasileño a favor de uniones estables de homosexuales en 2011, que también entendió igualmente a favor de la filiación múltiple al incluir al donante conocido en el caso de inseminación artificial en 2012, tal y como apunta, por ejemplo, la notaria responsable de la unión, Fernanda de Freitas Leitão, que afirmó además que la posibilidad de lograr una cobertura legal firme en un futuro en base a la inexistencia de una prohibición expresa de tales uniones en el derecho privado brasileño.

Según Leitão, "todos los principios y fundamentos de la norma de 2011 son aplicables a las relaciones poliamorosas", lo cual podría hacerse extensible a cuestiones como la declaración fiscal o seguro social conjuntos a través de los oportunos cauces de reclamación judiciales y administrativos".

Según la legislación brasileña, tal "unión estable" es equiparable jurídicamente al matrimonio y puede realizarse entre personas de distinto o igual sexo, aunque sus miembros tienen la condición de solteros, y aunque establece la separación de bienes y otorga potestad para la toma de decisiones sobre cuestiones médicas, encuentra limitaciones en cuanto a derecho de familia, sucesorio y de seguridad social.

Todo ello ha motivado declaraciones como la de Rodrigo da Cunha Pereira, presidente del Instituto Brasileño de Derecho de Familia (IBDFAM), que afirmó recientemente que "el principio de monogamia está en jaque", haciendo referencia a la existencia de una multitud de uniones estables simultáneas de personas compartiendo dos parejas pero sin llegar a contraer matrimonio para evitar la correspondiente pena de prisión.

A pesar de todo, no es un camino fácil de recorrer para una sociedad estructurada y liderada por poderes y dirigentes de amplia tradición religiosa y conservadora, muy poco favorables a este tipo de relaciones, y mucho menos a su reconocimiento legal.

Así, diversas organizaciones en defensa del matrimonio y la familia exponen su preocupación ante lo que consideran una amenaza para la institución.

En este sentido, Plinio Correa, del Instituto Oliveira, expresó que "el propósito de esta unión no es construir familias, sino destruirlas".

Asimismo, Rolf Madaleno, director del Instituto Brasileño para el Derecho de Familia, declaró que tal unión "es prueba de que existe una pluralidad de relaciones familiares, aunque no todas merecen reconocimiento judicial o legal", y que "la acción llevada a cabo no otorga protección ni confiere derechos".

Desde el ámbito religioso, numerosos representantes de grupos católicos y evangélicos presentan una oposición firme y sin reparos ante la legalización de este tipo de uniones alegando principios éticos y basados en la propia naturaleza y finalidad del matrimonio y la familia.

No obstante, y atendiendo a la realidad histórica de este país, esta oposición histórica puede no tener un impacto relevante en la vertiente cultural de un país cuya población es bastante menos conservadora con respecto a su ética sexual que sus líderes.

Desde el ámbito jurídico, existen opiniones firmemente en contra de la validez de tales uniones entre juristas brasileños de reconocido prestigio, como es el caso de Regina Beatriz Tavares, abogada y presidenta de la Asociación de Derecho de Familia y Sucesiones de Brasil (ADFAS), que afirma que esta forma de matrimonio en trío es inconstitucional y por tanto nula de pleno derecho en base al propio articulado de la Constitución de Brasil, que establece expresamente que la unión matrimonial sólo es posible entre dos personas, haciendo referencia en igual sentido a la sentencia del Tribunal Supremo en materia de uniones homosexuales, que exige específicamente a dos personas, negando con ello la posibilidad de viabilidad jurídica de tales uniones y la filiación múltiple en la figura del futuro hijo de estas mujeres.

Además, el Colegio de Notarios de Brasil se manifestó en ambos casos desvinculándose plenamente de las decisiones de sus colegiados.

Desde el plano legislativo, todos estos esfuerzos doctrinales y contiendas judiciales a favor de esta tendencia social podrían quedar sin resultado frente a la campaña llevada a cabo por grupos conservadores y de corte religioso favorables a la redacción y aprobación de una nueva legislación que definiría la familia como la unión entre "un hombre y una mujer", que parece se impone y podría quedar aprobada en un futuro cercano por el Senado de Brasil.

Todo ello contra de una realidad social que se abre paso en un país donde el modelo tradicional de familia basada en el matrimonio de hombre y mujer con hijos ha perdido la mayoría frente a nuevos modelos de convivencia (madres y padres solos con hijos a su cargo, matrimonios sin hijos y uniones de miembros del colectivo LGBT) según estudio realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en 2013.

Colombia

No muy lejos, en la vecina Colombia, asistimos recientemente al enlace de tres hombres el pasado de junio de 2017, en lo que se denominó "trieja"; vocablo de nueva creación y aún sin ubicar en los diccionarios ni repertorios de lengua española, que hace referencia precisamente a una pareja formada por tres personas, con independencia de su sexo u orientación sexual. En este caso, un trío unido a efectos matrimoniales.

La unión se formalizó mediante un documento de conformación matrimonial ante notario a solicitud presencial de Manuel Bermúdez – comunicador social y profesor de la Universidad de Antioquía –, Víctor Hugo Prada – estudiante de arte dramático – y John Alejandro Rodríguez – licenciado en educación física y bailarín – en Medellín, tras una relación afectiva y convivencia de cuatro años.

Trieja Poliamorosa en ColombiaJohn Alejandro Rodríguez (izquierda), Manuel Bermúdez (centro) y Víctor Hugo Prada (derecha) en una intervención pública.

En diversas entrevistas a los medios de comunicación, expresaron su voluntad de "conformar un régimen matrimonial económico cuya base es la relación de trieja que tenemos actualmente" reivindicando una forma de unión que según alegaron "no está prohibido por las legislaciones internacionales, ni la ley de Colombia". Añadiendo además que esta unión "nos establece con una familia, una familia poliamorosa. Es la primera vez que se ha hecho esto en Colombia".

Por su parte, Manuel se pronunció específicamente sobre la naturaleza de su relación afirmando que "no somos un trío sino una trieja. Un trío es sexual y una trieja habla de una familia". Añadiendo además que están "ayudando a la gente a comprender que existen diferentes tipos de amor y diferentes tipos de familia".

Este trío matrimonial arranca en 1999, con la unión legal de Manuel y Alejandro, en lo que sería la primera pareja homosexual reconocida legalmente en Colombia. Tras lo cual, la pareja unió a un tercer miembro, Alex Esneider Zabala, al que habían conocido en 2004, añadiendo finalmente a Víctor como cuarto miembro a la relación en 2012.

En 2013, se produce la muerte del cuarto miembro de esta relación múltiple, hasta entonces de hecho, Alex Esnéider Zabala, que inicia una sucesión de procesos judiciales en reclamación de derechos de pensión y adjudicación de bienes habidos durante la relación, con resultado positivo en primera instancia, que otorgó a Manuel y Alejandro una pensión compartida por el miembro fallecido, aunque desestimando igual derecho para Víctor por no contar con los cinco años de convivencia sentimental requeridos por la legislación colombiana para recibir una pensión.

Tras explorar las diversas soluciones legales a fin de evitar este problema en el futuro, decidieron acudir a una notaría para formalizar una unión matrimonial bajo el vínculo legal de "régimen patrimonial especial de trieja" de la mano del abogado Germán Rincón Perfetti, activista a su vez de LGBTI.

Régimen Patrimonial Especial de TriejaEscritura pública de constitución del "RÉGIMEN PATRIMONIAL ESPECIAL DE TRIEJA".

Además, el derecho colombiano reconocía esta forma de "régimen patrimonial" para parejas que conviven durante largos períodos de tiempo, haciéndose extensible más tarde a parejas homosexuales como consecuencia de la decisión de la Corte Constitucional de Colombia.

Según este letrado, el documento presentado es una "mixtura de argumentos del derecho internacional, de derecho constitucional y derecho interno colombiano", y supone el primer ejemplo en su clase, con implicaciones "cien por cien legales" a efectos de separación o fallecimiento de alguno de ellos en cuanto a adjudicación de bienes o derechos de pensión.

Comentando su contenido, establece un triple significado: la constitución de una familia, el derecho de separación de bienes en caso de fin de la relación o fallecimiento de alguno de los miembros, y el derecho de pensión tras los correspondientes cinco años de convivencia exigidos por la ley colombiana.

Afirma además Rincón Perfetti, que se trata de "un reconocimiento de que existen otros tipos de familia" basados precisamente en el libre desarrollo de la personalidad y la autonomía de los sujetos establecidos en la Constitución de Colombia y diversos tratados internacionales, que ya tiene reflejo en otros avances en materia de derecho de familia, como el matrimonio homosexual y la posibilidad de adopción de menores de edad por personas del mismo sexo.

Colombia es un país progresista en materia de derecho de familia, que ha experimentado numerosos y significativos avances en la última década.

El gobierno del Presidente Juan Manuel Santos – en el poder hasta 2010 – apoyó a los grupos activistas colombianos en favor del derecho al matrimonio de personas del mismo sexo, enfrentándose a la Iglesia Católica y al Inspector General de este país.

En 2011, la Corte Constitucional ordenó al congreso de la nación el desarrollo de un proceso regulador que facilitase el registro de parejas del mismo sexo a fin de eliminar la discriminación contra las mismas. Legitimando su derecho a adoptar a menores de edad en 2015.

Finalmente, y tras reconocer importantes beneficios en materia de sucesiones, pensiones y seguridad social a las parejas de hecho del mismo sexo, Colombia legalizó el matrimonio para estas parejas en abril de 2016, colocándose en el cuarto lugar entres los países latinoamericanos en regular este tipo de uniones tras Argentina, Brasil y Uruguay.

Todo ello ha servido de base para la reclamación de Manuel, Víctor y John Alejandro, que ha servido a su vez de inspiración un buen número de personas en relaciones poliamorosas en todo el país.

No obstante, como en el caso brasileño, existen voces críticas y claramente en contra de esta evolución, como es el caso de la diputada Ángela Hernández", defensora de la institución familiar en Colombia, que se expresa claramente en contra de esta situación, a la que califica como "lamentable decadencia moral a la que hemos llegado", afirmando además que "la institución de la familia tiene sentencia de muerte, por eso cada día recibe atentados como este".

Por su parte, desde el propio Concejo de Bogotá se inició un procedimiento para investigar al notario autorizante de esta unión.

Canadá

Canadá fue también testigo de la unión de tres personas en una relación sentimental estable, aunque por el momento sin reconocimiento legal, formada por Adam Grant – estudiante enfermería de 27 años – y Shayne Curran – estudiante de administración médica de 29 – y Sebastian Tran – médico de familia de 29 años – en 2012.

Adam y Shayne se conocieron en un club nocturno de Halifax (Nueva Escocia) en 2009, contrajeron matrimonio en 2011, y vivían desde entonces como una pareja homosexual abierta a relaciones esporádicas.

Trío Sentimental Estable - Ontario - CanadáAdam Grant, Shayne Curran y Sebastian Tran en Ontario (Canadá).

Según declaró Shayne "Adam y yo queríamos más diversión y decidimos experimentar con múltiples compañeros".

Conocieron a Sebastian en septiembre de 2012, del cual se enamoraron respectivamente, y decidieron divorciarse para admitirlo en lo que se convirtió en un trío sentimental estable que comparte residencia.

Shayne comentó al respecto que "nunca decidimos que fuese algo serio, ni planeamos tomarlo como un compañero a tiempo completo. Fue tan sólo un poco de experimentación sexual".

Por su parte, Sebastian había declarado abiertamente su homosexualidad tan sólo un año antes. Según comentó "me declaré gay bastante tarde en mi vida".

"Cuando conocí a Adam y Shayne todavía me encontraba en una fase de iniciación. Nunca había estado en una relación, con lo cual ni siquiera sabía qué esperar".

"Sólo sabía que Adam y Shayne me gustaban realmente y que me hacían feliz."

"En aquel momento, no creí que estuviera preparado para comprometerme con nadie, así que fue una sorpresa cuando me enamoré de Adam y Shayne."

"No creía que quisiera un novio y mucho menos dos. Pero desde el momento que nos conocimos, empezamos a pasar juntos todo nuestro tiempo libre. Éramos inseparables."

Ninguno de los tres había estado nunca en un trío ni relación poliamorosa. Y estaban preocupados sobre las consecuencias llevarla al terreno del compromiso.

Según expuso Shayne "antes de conocer a Sebastian, Adam y yo nunca habíamos estado en una relación de tres seria, así que era un territorio nuevo para nosotros".

"Al principio luchamos con nuestros sentimientos por Sebastian y tuvimos ciertas preocupaciones sobre cómo funcionaría nuestra relación. Me sentí muy mal cuando comencé a sentir celos ante el pensamiento de Sebastian con otro chico. Parecía mal que sintiese envidia de Sebastian cuando todavía amaba a Adam. Y no quería enamorarme de Sebastian y dañar mi relación con Adam."

"Pero, después de hablar con Adam, ambos comprendimos que sentíamos lo mismo por él."

"En cualquier caso, Sebastian sólo ha mejorado nuestra relación."

Tras dos meses de citas y encuentros, quedó claro que había una relación amorosa entre este trío, y decidieron trasladarse a vivir con Sebastian, que declaró "parecía el camino natural para nosotros, que comprendimos lo que éramos".

"Juntos como un trío, estábamos completos."

"Nunca tuvimos una conversación sobre irnos a vivir como pareja. Simplemente ocurrió."

Adam declaró a un medio local que no querían que "Sebastian fuese excluido o se sintiera como una tercera rueda en nuestra relación". "Por lo cual Shayne y yo decidimos divorciarnos para poder completar un nuevo compromiso entre nosotros tres".

"Queremos asegurarnos que somos todos iguales y comprometidos respectivamente en matrimonio".

En manos de sus abogados desde entonces, han formalizado una unión estable de carácter privado por la imposibilidad de acceder al matrimonio en un país que, a pesar de su carácter avanzado en materia de derecho civil.

Es más, la sección 293-1 (a) del Código Penal canadiense tipifica como delito procesable y sujeto a pena de prisión a cualquiera que "practique o se una o de cualquier forma acceda o consienta a practicar o unirse a:"

  • (i) cualquier forma de poligamia, o
  • (ii) cualquier forma de unión conyugal con más de una persona al mismo tiempo…

No obstante, la Corte Suprema de la Columbia Británica declaró en noviembre de 2011 que la Sección 293 no es aplicable a las así llamadas "relaciones poliamorosas no formalizadas".

Puesto que esta decisión no ha sido recurrida, la Asociación Canadiense en Defensa del Poliamor se pronunció afirmando que tales acuerdos son legales en tanto en cuanto una persona no esté unida legalmente a otras dos.

Por otro lado, este trío ha expresado su deseo de tener hasta un total de tres hijos. Según explicó Shayne "tengo dos hermanas que se han ofrecido a tener nuestros hijos por nosotros como madres subrogadas y están también dispuestas a donar sus óvulos."

"Mis hermanas discuten sobre cuál de las dos será la primera en tener nuestros hijos. Me siento muy afortunado."

"Mientras tanto la hermana de Sebastian probablemente también donará sus óvulos para que podamos mantener todo ello en familia."

"Queremos mezclar nuestros genes lo suficiente que nuestros hijos sean tan próximos genéticamente a nosotros como sea posible."

"Aunque también estamos abiertos a la adopción. Los niños son una parte importante de nuestro futuro."

Todos ellos insisten en que su relación familiar cotidiana, sentimental y sexual es tan normal como la de cualquier pareja, y que el trío poliamoroso es una opción vital y amorosa perfectamente aceptable.

Sebastian explicó que sus "vidas son bastante normales. Yo trabajo como médico de día mientras Shayne y Adam estudian. Cuando volvemos a casa, disfrutamos viendo películas o relajándonos en un baño de espuma en nuestro patio trasero".

"Nos gustar pasar el tiempo con nuestros amigos y familia, revisando nuevos restaurantes y clubs nocturnos en Toronto durante el fin de semana."

Por su parte, Shayne añadió "somos más felices de lo que hemos sido nunca – todas nuestras dinámicas y personalidades funcionan tan bien en esta relación. Los tres sacamos lo mejor de cada uno de nosotros".

"Dormimos juntos en una cama de tamaño real – lo cual se hace necesario cuando hay tres personas en una relación además de dos perros que acaban metiéndose en tu cama."

No obstante, la respuesta pública no ha sido tan favorable a esta iniciativa, con un porcentaje importante de los comentarios mostrando su preocupación sobre los aspectos psicológicos resultantes de un entorno familiar carente de los roles masculino y femenino, necesarios según estudios sobre la materia para dotar a los niños de un correcto desarrollo emocional, y base del la unión matrimonial en sí, según algunos expertos claramente en contra de este proyecto familiar.

Incluso algunos colectivos LGBT han mostrado también su oposición a este tipo de uniones y a la posibilidad de que puedan servir de base a una familia con hijos al considerar el conjunto de la iniciativa como contraproducente para su lucha por sus derechos en la sociedad.

El trío, por su parte, respondió con su indiferencia ante tales comentarios. En este sentido, Adam explicó que "el amor es amor. Debería ser multiplicado y no dividido. No debería importar si estás en una relación entre tres o cuatro personas".

Estados Unidos

Este amplio y diversificado país cuenta con varios ejemplos de tríos poliamorosos que, en algunos casos, han plateado una exigencia de legalización de su situación ante los tribunales e incluso un cambio legislativo en tal sentido.

Austin (Texas)

Esta localidad del estado de Texas fue punto de interés el pasado mes de mayo por las declaraciones de un trío matrimonial de hecho entre dos mujeres bisexuales y un hombre, que ha creado una gran controversia y sucesión de críticas y argumentos en contra desde muy distintos sectores.

Brit Adam Lyons (36 años) vive de forma permanente y abierta con dos mujeres, Brooke Shedd (28 años) – madre de un hijo de 2 años – y Jane Shalakhova (27 años) – embarazada de ocho meses de su tercer hijo – desde hace cinco años.

Relación Poliamorosa Estable - Austin - TexasBrit Adam Lyons con Brooke Shedd (izquierda), Jane Shalakhova (derecha) y sus hijos, Oliver (7 años) y Dante (2 años).

En sus declaraciones a varios medios de comunicación, afirman que su relación debería ser un modelo a seguir en el futuro, y que su paternidad en trío está "sentando un buen ejemplo".

Según Adam Lyons, este tipo de uniones en trío son mejores y más funcionales que el tradicional matrimonio, posibilitando una mejor autonomía y manejo de la vida cotidiana frente a los problemas y esfuerzos presentes a lo largo de la crianza de los hijos, al tiempo que optimiza las relaciones sociales, afectivas y sexuales de todos los miembros de este tipo de uniones.

Por su parte, Jane Shalakhova se muestra igualmente satisfecha ante este tipo de unión a tres bandas, que evitaría la sobrecarga derivada de la maternidad.

Además de sus relaciones sexuales en trío, admiten que constituyen una relación abierta con experiencias sexuales con personas ajenas e invitación ocasional de otras personas al hogar familiar para experiencias sexuales compartidas.

Por su parte, Brooke Shedd admite su deseo de contraer matrimonio con Adam y Jane, a pesar de que el marco legal no lo permita en estos momentos.

Sin embargo, asesores a favor del matrimonio y familia tradicional se oponen firmemente a este plan de vida, aduciendo que se trata de una idea delirante y absurda. En este sentido, Brian Brown, Presidente de la Organización Nacional para el Matrimonio afirma que "un niño tiene una madre y un padre…y punto. Introducir un compañero sexual adicional en el hogar es crear confusión y caos a un niño inocente".

Crítica y oposición que ha sido secundada por numerosos profesores y expertos en diversas áreas dentro y fuera del estado de Texas.

En primer lugar, varios psicólogos y expertos en comportamiento humano argumentan que, contrariamente al efecto natural propio de los matrimonios tradicionales, el añadir niños a este tipo de uniones produciría un efecto desestabilizador en la relación poliamorosa, ya de por sí más inestable que la pareja tradicional por su propia naturaleza y la de sus integrantes, con el consiguiente mayor riesgo de trauma para los hijos en el probable supuesto de ruptura.

No obstante, la controversia se centra principalmente en el posible daño psicológico, educativo y evolutivo derivado de la confusión y falta de estabilidad de tal entorno para los niños habidos y criados en él, que únicamente se articularía en favor de la libertad, necesidades y deseos sexuales de los padres, cuyo comportamiento y estilo de vida no proporcionaría sino un ejemplo destructivo basado en la autocomplacencia y la promiscuidad.

Además, y una vez expuestos al ambiente exterior y al contacto con otros niños pertenecientes a familias tradicionales podrían ser objeto de conflicto e incluso aislamiento derivado de la particularidad de su entorno familiar de procedencia.

Conflictos, problemas y efectos adversos cuyas consecuencias difíciles de prever y que sólo se harían patentes años después en la adolescencia o edad adulta.

Por otro lado, voces críticas con los tríos poliamorosos y familiares – como Peter Sprigg, perteneciente al Consejo de Investigación para la Familia – se alzan para confirmar los temores de los cristianos y defensores del matrimonio y la familia tradicional, que, según indican, ya alertaron sobre los peligros de la redefinición del matrimonio en el caso de parejas del mismo sexo ante la posibilidad de sucesivas redefiniciones, como la eliminación de la exigencia de dos personas, que resultarían en una corrupción de la institución sólo a favor de la liberación y disfrute sexual de los participantes al tiempo que en detrimento de la formación y desarrollo de los niños fruto de tales uniones.

Finalmente, algunos sociólogos y expertos en conducta argumentan en contra del riesgo de permitir matrimonios triales u otras fórmulas de agregado familiar por sus posibles graves consecuencias en términos de desestructuración social incluso a medio plazo.

El citado Peter Sprigg concluye que "el modelo de matrimonio de un hombre y una mujer es una de las instituciones sociales más igualitarias puesto que maximiza la posibilidad de que cualquiera, independientemente de su estatus social, sea capaz de encontrar una pareja adecuada".

España

Desde que en 2005 se aprobara el matrimonio entre personas del mismo sexo en España, se ha producido una evolución hacia la normalización en la apreciación social de esta realidad, que se impone incluso a la firme oposición de grupos ultraconservadores y religiosos. Ni siquiera la victoria por mayoría absoluta del Partido Popular en 2011 ha supuesto una amenaza para este avance social. Posiblemente por el coste electoral que supondría para este grupo la mera propuesta de retroceso en este sentido.

Aunque hasta la fecha, no se ha discutido sobre la posibilidad más que por parte de voces críticas que lo insinúan como una "amenaza" posibilitada en el número escenario creado por esta nueva legislación.

Conclusión

Los tríos sexuales, afectivos e incluso matrimoniales son una realidad emergente de la que va a seguir hablándose y escribiéndose en los próximos años. Siempre conflictiva por su carácter claramente opuesto al modelo tradicional de relación y familia, por el componente homosexual que incorpora, y por sus puntos de intersección con figuras como la bigamia, prohibida e incluso castigada penalmente en muchos países del mundo.

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