TRÍOS SEXUALES A TURNOS EN FIESTA PRIVADA

Fiesta swinger organizada por persona particular para su propio disfrute, participando en diversos tríos y actos sexuales en grupo en casa rústica.

Cuatro a Tres

Elige tu Fantasía

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Autor: Alday

4 de marzo de 2017

La gente se rompe la cabeza buscando la forma de disfrutar de relaciones sexuales en tríos variados y otras fantasías, y no se dan cuenta de la solución para organizarlos con éxito es reunir a mucha gente que busquen lo mismo.

Lo he dicho en otro post en este mismo blog, y lo vuelo a repetir; la mejor forma de montarse un trío o varios es acercarse al ambiente liberal y sus gentes. Y no voy a insistir aquí otra vez para no ser pesado.

Tal vez este sitio web pueda servir precisamente para reunir a toda esa gente. Puede ser. Pero yo estoy hablando de reunirlos físicamente en un local swinger o club de sexo, o en una fiesta precisamente para este tipo de personas. Que las hay, y muchas, deseando que les inviten.

Por supuesto, el tema económico puede ser un obstáculo prohibitivo para muchos, pero os puedo asegurar a los que tengáis los recursos necesarios, que no hay mejor plan que montar una fiesta privada para gente en busca de sexo e intercambio de parejas según tu propio gusto.

Y así es como yo me he montado varias reuniones que han terminado en auténticas orgías y bacanales sexuales con todo el mundo follando según les venía en gana.

Os cuento una de ellas, para iluminaros sobre cómo podéis hacer realidad vuestros sueños sobre el tema de los tríos sexuales, que tan de moda están en estos días.

Empecé a hablar con gente por Internet, en sitios como éste, tablones de anuncios y foros de sexo; además de la gente que ya conocía por mis idas y venidas a clubs liberales en Barcelona, Madrid y Zaragoza, mayormente. Fui tanteando a unos y otras, parejas, personas individuales y asiduos del ambiente con más o menos ganas de participar en una posible reunión. Y les invité con una frase bien simple: “¿quieres acudir a una fiesta liberal en una casa de campo completamente gratis? Invito yo” .

Luego responder a preguntas sobre por qué y a cuento de qué, dónde, cómo, con quién, etc. Las cosas que pregunta la gente. Y yo respondiendo que se trata de una fiesta en una casa rústica en Cataluña, con muchas habitaciones y a la que iba a surtir de un buen ambiente con bebidas, comida y picoteo, salón con música para los que quieran bailar en plan disco discretamente, piscina cubierta, etc.

La gente desconfía y sospecha porque hay mucho pervertido sexual y tío raro e incluso gente peligrosa por ahí, así que se traté de animar con indicaciones sobre mis intenciones de montarme una fiesta particular para amigos del ambiente liberal sin tener que ir a un club o local de terceros donde te controlan más. No para sexo sin más, sino para hablar, conocernos, intercambiar impresiones, tomar contacto entre nosotros, etc. Y que, siendo yo el interesado y teniendo una casa perfecta para el tema, pues me quería dar ese homenaje al cuerpo y punto.

Lo de la casa en propiedad era mentira. Tengo una buena residencia unifamiliar, pero no la uso para este tipo de cosas. En su lugar, había pensado en alquilar una finca adecuada para la ocasión, como de hecho resultó finalmente. Una casa rural de lujo con tres salones, siete habitaciones grandes, una magnífica buhardilla de 300 metros cuadrados ideal para bailes y desfasar a tope, piscina cubierta y un jardín grande para lo que quisiéramos. Además, estaba rodeada de setos altos y situada una localización más o menos aislada de otras edificaciones, con una sensación de privacidad inmejorables.

Ya la había usado para dos fiestas de mi empresa, y conocía al dueño, que la alquilaba para días sueltos y fines de semana. Era ideal.

Así que les solté el rollo a unas y otros, procurando juntar el número y combinación adecuada de gente de edades más o menos similares y gustos en consonancia. Después me aseguré de que todos iban a acudir para evitar problemas de última hora por falta de personal, realizando varias llamadas de forma concreta hasta quedar convencido del plan de cada uno.

Finalmente se produce la reunión, con la gente llegando un viernes por la tarde para estar todo el fin de semana. En total veinticuatro personas de entre veintitantos y cuarenta y tantos años, mujeres y hombres en combinación adecuada, y entre ellos varias parejas.

No voy a extenderme sobre la bienvenida, contacto inicial y características sociales del evento; que no interesan a nadie aquí. Sólo decir que esa misma noche del viernes ya hubo tomate del bueno entre varias parejas y tíos y tías libres, con varios temas en plan bisexual a cuatro e incluso sexo en grupo tipo orgía en la buhardilla después de bailar y tomar algo, así como baños más que subidos de tono en la piscina cubierta.

Yo mismo tuve sexo con varias chicas a las que cogí por los pasillos o salones coincidiendo en ir a picotear algo de comida.

Pero lo bueno llegó el sábado, donde me di un auténtico festín de tríos sólo para mí – desde mi punto de vista – que me dejó más que satisfecho. Porque la gente ya se conocía y empezaron a organizarse grupitos y juegos eróticos diversos en un ambiente ya muy cachondo y subido de tono después de lo de la tarde-noche anterior.

Así que todo fue un vicio de ir de habitación en habitación participando en folladas a tres con quien más me apetecía.

Coger a dos chicas hablando en un salón, empezar a besarme con las dos a la vez, decirles que vinieran conmigo, meterlas en una habitación y darles lo suyo por todas partes.

Entrar en un salón y ver cómo dos parejas se han puesto una película porno en un proyector. Ponerme a verla con ellos y, en un momento determinado, montarme un trío HMH con una de ellas, y luego con la otra por turno.

Ir a la piscina y ponerme a hablar con una pareja como de treinta años, para inmediatamente proponerles un trío. Decir que sí y empezar a follarnos a la chica entre los dos tíos como locos, dándole doble penetración y mucha postura del perrito con felación a la vez. Bien servida quedó la tía aquélla.

Subir a la buhardilla y encontrarme con ocho personas bailando y echados en los sofás. Irme primero con unos y luego con otros.

Tuve que aguantarme la corrida en la mayoría de las ocasiones para alargar aquella gozada lo más posible.

A turnos, como si aquello fuese una fábrica de tríos donde hubo de todo.

Lo que hicieran los demás no me interesaba, pero por lo que a mí respecta, quedé muy satisfecho y contento del plan que había montado.

Todo este asunto no es precisamente inusual ni extraño, sino que se hace semanalmente por todo el país, y no digamos en grandes ciudades, con clubs y locales a porrillo y al gusto de cada cual.

Pero una cosa es ir a un local y estar a lo que digan otros, y otra montártelo por tu cuenta juntando a la gente que a ti te convenga.

No se puede disfrutar más, os lo aseguro.

Hasta otra vez y gracias.

* * *

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