TRÍOS SEXUALES EN LA ROMA CLÁSICA

El período romano (753 A.C. a 476 A.C.) proporcionó una amplia muestra de representaciones de la vida íntima y sexual de sus ciudadanos a través de su arte, literatura e inscripciones, además de ciertas obras de arquitectura y escultura, artefactos y utensilios, que incluyen diversos ejemplos de tríos sexuales y prácticas de sexo grupal.

La realidad y regulación de la vida sexual del ciudadano romano varió a lo largo de tan extenso período, pero mostró siempre una mayor libertad con respecto a civilizaciones de su entorno, tanto precedentes como posteriores, según patrones de conducta bien documentados a lo largo de sus distintas fases.

En cualquier caso, y en contraposición con la descripción de libertinaje y abuso que sobre este período ofrece el Cristianismo y evolución social y cultural posteriores en Europa y Oriente Medio, la religión y costumbres sociales romanas se orientaron siempre a promover la prosperidad y estabilidad del estado desde la misma célula familiar, regulando incluso la prostitución, las relaciones maritales y familiares entre personas dependiendo de su posición social, y la situación personal de los esclavos.

A pesar de la evolución normativa y social, pueden apreciarse elementos comunes y representativos en mayor o menor medida de toda esta época histórica.

Por lo que respecta a la sexualidad masculina, la sociedad romana no contemplaba la dicotomía actual entre heterosexualidad y homosexualidad – que ni siquiera tiene lugar en la lengua latina – y no condenaba las relaciones homosexuales o la pederastia, que no suponían un deterioro de la imagen viril del hombre que las practicaba adoptando un rol activo (penetrador) y de forma moderada con jóvenes de inferior clase social o ajenos a la ciudadanía romana, siempre y cuando no supusieran quebranto de derechos de otros ciudadanos romanos de igual rango social ni evidencia de afeminamiento, debilidad o hiperactividad sexual.

Por lo que respecta a la mujer, el énfasis de la cultura y sociedad romanas en la familia hace que la sexualidad femenina sea contemplada como origen y base de la prosperidad y orden social, de forma más restrictiva y siempre dentro del matrimonio, con no demasiadas descripciones literarias o artísticas, y muy pocas en representación de prácticas sexuales entre mujeres.

En cualquier caso, la moderación y decoro siempre estuvieron presentes en la vida romana, imponiendo normas de convivencia que resultaban en descrédito y pérdida de respetabilidad social para cualquiera – hombre o mujer – cuya sexualidad se hiciese aparente o disponible públicamente, como en el caso de individuos dedicados a la prostitución o espectáculos públicos, que llegaban incluso a ver restringidos sus derechos y protección legal.

Todo ello quedó reflejado en las numerosas obras artísticas y literarias.

Así, la literatura de la época muestra variadas e interesantes descripciones de la vida sexual romana en tratados legales y médicos, obras políticas, filosóficas e históricas y la poesía. Aunque son las obras menores, tales como la comedia, sátira, poemas de amor o incluso inscripciones y pintadas en paredes y muros, las que ofrecen una visión más directa y exacta de las costumbres y prácticas sexuales reales de la época y sus gentes, incluyendo representaciones explícitas y escenas pornográficas de tríos sexuales, fiestas y orgías.

Suetonio ya hace referencia a la afición del emperador Tiberio de presenciar orgías y fiestas de sexo en grupo, a las que describe como "cadenas" formadas por chicos y chicas.

En cuanto a los tríos sexuales representados a lo largo de esta época, es de reseñar que la gran mayoría de ellos muestran a una mujer siendo penetrada por dos hombres.

Existen igualmente algunas muestras de tríos entre dos hombres y una mujer en los que uno de los hombres penetra a la mujer mientras es penetrado a su vez, como queda descrito en el poema 56 de Cayo Valerio Catulo (87-84 a 57-54 AC), que remarca el carácter humorístico de la escena

Fresco con Trío Sexual en Baños Suburbanos de Pompeya

Pompeya y Herculano constituyen dos enclaves que nos han permitido apreciar el modo de vida y costumbres de los habitantes del Imperio Romano a través de sus abundantes y excelentemente conservados restos arquitectónicos y artísticos, con variados elementos de contenido sexual y pornográfico encontrados en residencias particulares y en los numerosos prostíbulos existentes en ambas ciudades.

La cantidad y variedad de este tipo de hallazgos llevó a considerar ambas ciudades – y en especial Pompeya – como centros de prostitución, tráfico sexual y práctica de todo tipo de excesos relacionados con la práctica del sexo. No obstante, se trata de dos poblaciones muy comunes de la época cuya única particularidad reside en su excelente estado de conservación facilitado por la actividad volcánica del Vesubio en 79 d.C.

En cualquier caso, son numerosos los ejemplos de residencias clase social alta que revelan estancias y habitaciones preparadas y adornadas específicamente para la práctica del sexo, y especialmente fiestas y orgías.

En este sentido, el historiador Máximo describe con malestar la orgía organizada en 52 a.C. por Gemelus, un terrateniente afincado en Pompeya, que reuniendo un trío de dos mujeres de clase alta y un joven de familia respetable, da rienda suelta a sus instintos para impresionar a un magistrado.

"Los cuerpos estaban vergonzosamente sumisos, destinados a ser diversión de la lujuria ebria."

Entre los numerosos hallazgos realizados en Pompeya, se incluyen los murales y frescos en los baños suburbanos de la ciudad descubiertos en 1958, que incluyen la representación de un trío sexual entre dos hombres y una mujer según se muestra a continuación, rodeada por otras tantas escenas de sexo explícito, que incluyen prácticas orales y en grupo.

Fresco mostrando trío sexual en los baños públicos suburbanos de Pompeya.

Además de las pinturas y elementos gráficos mencionados, existen grabados en piedra, bajorrelieves y esculturas con motivos y escenas íntimas – y específicamente tríos sexuales – a modo de ornamento o presentación de espacios y servicios de la ciudad.

Altorrelieve mostrando trío sexual entre dos hombres y una mujer hallado en Pompeya.

Como hemos mencionado, no se trata de expresiones artísticas exclusivas de estas dos ciudades, sino las muestras de lo que fue un estilo general en toda la cultura romana, que podemos apreciar en nuestros días gracias a la acción del Vesubio.

La Empuñadura de Britania

Tenemos además una interesante pieza encontrada por un buscador de metales en un prado de Syston, Lincolnshire (Reino Unido) en 2008. Datada en el siglo IV, esta empuñadura de cuchillo u otro utensilio realizada en bronce muestra a un hombre y una mujer manteniendo relaciones sexuales mientras un segundo hombre, de espaldas a la mujer, sostiene una cabeza decapitada.

Empuñadura de bronce del siglo VI encontrada en el Reino Unido en 2008.

Existe una incógnita general en torno al significado de la cabeza decapitada en la escena, y sobre si realmente se trata de una empuñadura de cuchillo o para otra herramienta de mano. E incluso no está claro si estamos ante un auténtico trío sexual o alguna escena religiosa o teatral atribuible a los habitantes de la región.

Monedas

Las monedas y medios de pago no escaparon a su capacidad para describir escenas sexuales propias del imaginario y práctica de la época, con muy numerosas muestras halladas hasta la fecha, entre las que tenemos algún ejemplo de sexo en trío:

Escena de sexo en trío en moneda romana.

Sprintias

Entre las piezas más interesantes desde el punto de vista de nuestra temática particular, las sprintias ("spintriae"). Fichas de unos 20 milímetros de diámetro con escenas sexuales acuñadas en latón o bronce, presumiblemente durante un breve período de tiempo en torno al siglo I.

Existe debate sobre si se trataba de fichas para pago a prostitutas, puesto que algunas incluyen números que coinciden con el precio cobrado en la época por este tipo de servicios, o para su uso en juegos.

Sprintia mostrando trío sexual entre dos hombres y una mujer.

Conclusión

Como ha quedado de manifiesto, la época romana ofreció una mayor libertad en cuanto a relaciones íntimas y sexuales que los períodos posteriores, dominados por la doctrina y filosofía cristiana, y sirve para ilustrar la existencia de prácticas de sexo en trío en esta área geográfica hace más de 2000 años.

Índice de la Sección

• Sexo en Trío
  • Sexo en Trío en el Arte y Literatura
    • Tríos Sexuales en la Roma Clásica