TRÍOS Y FIESTAS SEXUALES LIBERALES: DISCRECIÓN TOTAL

Llamada de atención y prudencia para extremar las medidas de discreción y privacidad en torno a la realización de tríos y fiestas sexuales liberales.

Cuatro a Tres

Elige tu Fantasía

Busco Trío - Mujer - Hombre - Mujer Busco Trío - Hombre - Mujer - Hombre Busco Trío - Hombre - Hombre - Hombre Busco Trío - Mujer - Mujer - Mujer

Autor: Angelika

21 de marzo de 2017

Quiero alertar sobre el peligro de participar en tríos y relaciones sexuales liberales desde el punto de vista social, familiar y laboral, atendiendo a la facilidad de intercambio de datos e información a través de redes sociales e Internet, además de las convencionales a pie de calle.

El hacer un trío o participar en una fiesta liberal, orgía o intercambio de parejas es algo que se ha puesto muy de moda últimamente, con miles de personas en su busca anunciándose en Internet mediante publicación de avisos y creación de perfiles en sitios web de citas como éste en que estamos ahora mismo. Mucho sexo y lascivia, lujuria y desenfreno, y relaciones mucho más satisfactorias y golosas que las que podemos tener en la pareja normal y corriente, con posibilidad de experimentar nuevos aspectos de nuestra sexualidad con prácticas homosexuales o bisexuales que nunca iban a poder realizarse llevando una vida sexual, vamos a decir, normal.

Mucho erotismo y voluptuosidad para el coño y el pene, sí. Pero luego hay que hacer frente a las posibles consecuencias. Y no me estoy refiriendo a problemas relacionados con la salud derivados del contagio de enfermedades de transmisión sexual, sino a la problemática social que puede acarrear el veros involucrados en actividades que socialmente están consideradas como obscenas y marginales, y propias de pervertidos y gente viciosa.

En una sociedad como la que vivimos no es suficiente con ir a dar una vuelta de fin de semana y probar un club liberal, porque todo está interconectado. Y mucho más con el tema de Internet y la sociedad de la información en que nos movemos.

Así es como os introduzco el tema de porque mi marido y yo tuvimos que dejar nuestros trabajos e irnos a otra ciudad escapando de la peste que se levantó contra nosotros por haber participado en una serie de tríos y fiestecitas sexuales.

Éramos un matrimonio normal de 42 y 46 años respectivamente sin hijos en una capital de provincia que no voy a mencionar, hasta que nos dio por asomarnos a Internet, ver películas pornográficas y entrar en páginas donde se ofrecían intercambios de parejas y cosas del estilo. Rápidamente nos interesamos por el tema, más que nada por romper con la monotonía y falta de alicientes de 10 años de casados. Así que empezamos a contactar con mensajes de parejas ofreciendo intercambios y, sobre todo, chicas en busca de parejas para hacer tríos, que era lo que más nos interesaba, como a casi todo el mundo parece ser.

Al principio, sólo por vacilar y romper el hielo con este tema. Hasta que contactamos con una chica de Barcelona y la invitamos a pasar un fin de semana con nosotros en casa.

Y la verdad es que valió la pena.

Yo nunca había probado con una chica, pero siempre había tenido curiosidad y ganas de experimentar con la vertiente bisexual que casi todas (o todas) las chicas tenemos. Y no digamos mi marido, que estaba deseando cambiar de tema aunque fuese a medias y en mi presencia, como luego me confesó.

La hicimos venir y nos montamos un trío muy rico que nos gustó muchísimo a los tres. La verdad es que la chica era del agrado de los dos por igual y ella también se compenetró perfectamente con ambos.

Nos lo hicimos de todas las formas posibles, incluyendo todas las posturas que habíamos visto en las películas porno sobre tríos, masturbaciones mutuas, sexo oral y juegos con aparatos hasta hartarnos y corrernos con unos orgasmos que no habíamos conocido antes.

Muy bien el sexo, la verdad.

Luego nos encontramos con otras chicas y con una pareja con la que hicimos intercambios en nuestro propio piso. Teníamos tres habitaciones y jugamos a ir de habitación en habitación para sexo entre nosotros, unas veces en pareja y otras en tríos y juegos sexuales según diversas combinaciones. Fue muy divertido y también lo pasamos muy bien.

Mi marido no es bisexual ni le interesaba probar el tema. Ya sabemos cómo son los hombres en este tipo de cuestiones. Pero estuvimos haciendo juegos donde chicos que sí tenían esa tendencia le practicaban felaciones y le masturbaron delante de mí, con bastante gusto por su parte, la verdad sea dicha.

Hasta que llegó el problema.

Nunca supimos quién ni cómo se enteró ni de dónde sacó la información, pero lo cierto es que en un momento dado mi marido vino a casa con un semblante de preocupación y me dijo que teníamos que entrar en Internet y borrar todos los perfiles y anuncios que habíamos puesto en sitios y foros. Le pregunté la razón y me dijo que un compañero de trabajo se le había acercado y le había preguntado cómo era eso de ser swinger y el tema del intercambio de parejas con una sonrisita en la cara, para contarle después que le habían enseñado una imagen en que aparecíamos nosotros en compañía de una chica en una galería de imágenes de un sitio web.

No pudo averiguar qué foto concreta, porque el amigo (o falso amigo) no acertaba o no quería acertar a encontrarla, y sólo le concretó que se había dado de alta en un sitio para ligar y, tras contactar con una chica liberal y entrar en su galería de fotos, se había llevado la sorpresa del día al encontrarnos a nosotros como fondo en lo que parecía una supuesta fiesta swinger.

Según le contó, la chica le había dicho por privado que éramos unos amigos del ambiente con los que había hecho varios tríos y fiestas sexuales en nuestro propio piso.

Nos dejó planchados.

Te metes en hacer este tipo de cosas con gente de otras ciudades y te crees que estás a salvo y anónimo, pero vas cometiendo errores y dejando pequeñas pistas, incluyendo dejarte fotografiar por gente "como recuerdo", sin saber que luego esas personas pueden colgar esas fotos en perfiles accesibles después para quién sabe cuántas personas de todo el mundo.

No pudimos averiguar quién era la chica en cuestión, ni siquiera por suposición porque habíamos estado con muchas en solitario y parte de parejas que habíamos traído al piso o visto en hoteles.

Primero se corrió la voz en el trabajo de mi marido; luego, no sabemos cómo, en el barrio y toda la ciudad. Cuchicheos y miradas, negamientos de saludo o frialdad de algunas personas, y mucho sentirnos identificados y señalados con la mirada por grupos en la calle.

No voy a nombrar a nadie en concreto, pero la sensación que me ha quedado de todo ello es que la gente es mala y aprovecha cualquier ocasión para maltratar y burlarse de quien pueden.

Nos pusimos en el candelero de los comentarios y corrillos de cotillas en un sitio pequeño donde se conocía todo el mundo, y fue un infierno que no os podéis imaginar. Una amiga me dijo que nos tenían de guarros, viciosos y pervertidos sexuales en todo el pueblo, e incluso se había corrido la voz de que mi marido era "maricón". Y que a ella le habían preguntado que qué hacía juntándose con nosotros, que iba a acabar mal.

El piso donde vivíamos era alquilado, y no nos costó mucho buscar un empleo en otra ciudad, fuera de la provincia, y marcharnos huyendo de una peste que nunca hubiésemos imaginado fuese posible.

Os lo voy a decir más que claro: salvo que pertenezcáis al entorno liberal abiertamente y no os importe que se sepa, como parece que ocurren en muchas personas y parejas, mucho cuidado con ventilar absolutamente ningún detalle de vuestra vida sexual en público, colgar imágenes vuestras en Internet o daros a conocer en sitios web de tendencia marginal o que se aparten de las relaciones sexuales normales y corrientes.

Os puede salir caro.

Nosotros vamos a seguir haciendo tríos y participando en fiestas sexuales según nos convenga, pero con las máximas garantías y discreción posibles. Perfil falso, imágenes trucadas e irreconocibles y nunca intercambiar fotos en que se nos vea en actitud sexual.

Es lo que os puedo decir sobre el tema.

Un saludo y gracias.

* * *

Para completar este contenido, queremos informarte de que este sitio cuenta con miles de perfiles de personas y parejas registradas, y utilidades para su localización y contacto.

Máxima especialización, calidad y dedicación, control, discreción y seguridad, y atención personalizada.

No dudes en consultarnos.

Y por supuesto...

Trío Blog

Consulta otros contenidos y comparte tus experiencias reales, opiniones, sugerencias, pensamientos y reflexiones en nuestro blog sobre sexo en trío.

Ver >>

Hazlo Realidad

Utiliza nuestra utilidad de búsqueda y ponte en contacto con personas o parejas afines.

Consúltanos

No dejes de contactarnos para solicitar cualquier clase de información o apoyo.

Relata y Opina

Tanto si has participado en este tipo de experiencia sexual como si aún lo estás pensando o buscando, puedes participar en nuestro Trío Blog.

REGÍSTRATE
AHORA
100% TRÍOS DISCRECIÓN 100% GARANTIZADA SSL ENCRIPTACIÓN 256 BITS SiteLock SECURE

Este sitio web está específicamente restringido para adultos.

EQUILATO

© 2024 - EQUILATO es una marca registrada.

Mapa del Sitio