La situación individual de personas sin vinculación sentimental o marital, o la conjunción de pareceres propia de las parejas o matrimonios según su distinta naturaleza o tendencias (heterosexuales, homosexuales, bisexuales o liberales) pueden ofrecer muy diversos acercamientos y puntos de vista ante la perspectiva de la práctica del sexo en trío.
No obstante, existen una serie de cuestiones y aspectos generales a tener en cuenta en su planificación previa, puesto que, como en cualquier otro ámbito de la actividad humana, su reflexión o vivencia teórica puede diferir bastante de la experiencia real, con sorpresas e imprevistos no siempre bienvenidos.
Son muchos los expertos en psicología y sexología que fijan una especial atención en cuatro puntos a tener en cuenta por cualquiera con interés real en esta práctica sexual.
Expectativas, Fantasías Sexuales, Discusión y Toma de Decisión
Existe consenso entre todos los expertos acerca de la necesidad de una decisión firme y bien valorada y consensuada a la hora de participar en una experiencia sexual de este tipo, incluyendo discusiones hipotéticas y desarrollo de fantasías en torno a su práctica efectiva y sus posibles consecuencias.
En el caso de situaciones de pareja, la discusión y acuerdo previos a la planificación de esta práctica sexual no acometerse ni confundirse en modo alguno con un intento de convencer a la pareja para hacer un trío.
El mero capricho, interés o deseo de impresionar a la pareja, o complacer fantasías previamente planteadas de forma ocasional deben dejarse de lado ante la necesidad de una discusión seria en situación de igualdad y respeto a fin de evitar cuadros de arrepentimiento o resentimiento en el futuro.
En igual sentido, la contemplación de este tipo de práctica sexual como posible terapia o solución a problemas de pareja del tipo y profundidad que sean ha de ser igualmente obviada, por su más que probable inutilidad a efectos prácticos o duraderos.
Llegado a este punto, se entiende que el trío sexual puede ser considerado como una práctica que debe afrontarse únicamente como alternativa, variación o medio de añadir excitación, diversión y nuevas sensaciones a una relación sexual previamente sana y satisfactoria entre dos personas con un alto grado de confianza y seguridad mutua.
Búsqueda y Selección de Candidatos para un Trío
Dejando de lado la experiencia de personas individuales en busca de este tipo de alternativa, se hace aconsejable la discusión sobre la presencia y comportamiento de una tercera persona durante la propia práctica sexual hacia un ejercicio imaginativo en relación a posibles sensaciones o sentimientos derivados de la misma.
Por otro lado, se ha discutido sobre la idoneidad de elección de amistades, meros conocidos o incluso extraños para la práctica de sexo en trío, con diversas conclusiones y problemáticas derivadas de la continuidad o no de la relación personal tras el encuentro sexual, y la inseguridad en posibles relaciones con extraños, que deben tener un enfoque y tratamiento diverso en función de las características, posibilidades y experiencia de las personas implicadas.
Repercusiones en las Relaciones de Pareja o Interpersonales
El sexo en trío puede aportar aventura y animar la vida sexual de sus participantes, pero también puede ser motivo de incomodidades, tensiones y celos en el caso de las parejas consolidadas.
Se impone la reflexión y meditación sobre su oportunidad y conveniencia, posibilidades, fantasías en torno a su práctica, orientación sexual y adaptabilidad a la situación en sí, posibles problemas y situaciones desagradables que pudieran sobrevenir, sentimientos o preferencias ocultos y expectativas en cada caso.
Normas y Limitaciones
Una vez tomada la decisión de participar en un trío sexual, se hace necesaria la fijación de una serie de normas y limitaciones en cuanto a la realización de actos y conductas sexuales, establecimiento de esferas de intimidad (besos, determinadas caricias, etc.), consentimiento hacia prácticas de carácter homosexual entre cualquiera de los participantes, medidas profilácticas y de higiene sexual, señales o palabras preconcebidas para interrumpir o dar por terminada la situación en caso de necesidad y en la forma más adecuada.
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