TRÍOS Y SEXO A TRAICIÓN O NO CONSENTIDO

Autor: nadieantesnidespues

21 de marzo de 2017

Muchos tríos y mucho sexo muy divertido. Pero ¿cuántos de esos encuentros no son sino una imposición? Cuando no un abuso que es casi una violación por la forma de plantearse y llevarse a cabo. Refiriéndome específicamente a relaciones y sexo entre tres personas donde uno de los dos no ha dado su consentimiento expreso o ni siquiera se le ha preguntado previamente.

Creo que ya se ha hablado de esto mismo en otros debates en este blog, pero yo quiero comentar el caso que me tocó vivir a mí con una pareja anterior, y que creo que puede ser el mismo que viven muchas mujeres a cuenta de este tema tan divertido y tan de moda que son los tríos de sexo y la madre que los parió.

Tengo 43 años, y simplemente decir que tuve una relación de diez años con un chico con el que viví durante los últimos siete de forma bastante correcta y sin problemas en todos los sentidos. Hasta que un día me empieza a insistir con el tema de hacer un trío, traer otra chica para que me dé gusto con esto y lo otro, que es para que yo lo disfrute, etc.

Al principio me gustó hablar de ello y lo comentábamos cuando estábamos manteniendo relaciones sexuales, como parte del lenguaje sucio en el momento anterior al clímax, fantaseando con lo que haría una chica en la cama conmigo, como me comería el coño y la tetas, mientras yo le hago una mamada a él, etc.

Después la cosa fue a más y un día me empieza a enseñar películas porno donde se ven tríos, siempre entre dos chicas y un chico, con explicaciones sobre lo bien que se lo estaban pasando, que no son pervertidos sexuales ni nada de eso, sino que es de lo más normal del mundo, que todo el mundo lo está haciendo, se está poniendo de moda, etc.

Lo cierto es que al principio no me importaba y lo tomé como parte del erotismo y sensualidad de la pareja; como parte de los preliminares y diálogos para aderezar la relación.

Hasta que la cosa empezó a tomar un cariz un poco más serio con motivo de una visita a Madrid.

Una noche salimos por la ciudad y me invita a ir a Chueca y ver sitios de ambiente liberal. Me empieza a hablar de vídeos porno donde salían locales de intercambios de parejas y los rollos que se montaban entre tíos y tías en tríos y hasta en orgías donde todos tenían sexo con todos según les iba apeteciendo.

Vamos por una calle y me mete en una especie de bar previo pago de la correspondiente entrada, y que luego resultó ser uno de estos sitios en cuestión. Pasamos a una zona de barra, donde había gente como en cualquier bar de copas, aunque con un tono bien distinto. Luego vi que había salas y reservados donde iban entrando y saliendo personas y parejas.

Al final salimos sin hacer nada, porque se trataba de "ver el ambiente y vacilar un poco", según me dijo literalmente.

También me llevó a "ver un poco" por calles de prostitución y sitios del estilo, incluyendo sex shops y otros temas similares. Creo que para ir preparando el terreno.

Una noche, mientras estábamos teniendo relaciones sexuales, me salta con que él quiere traer a una chica para hacérselo conmigo con la nueva como acompañante para mí, a modo de juguete sexual, a lo que yo le respondí que "yo lo que quiero entonces es un tío".

No lo dije en serio, pero ese fue el desencadenante para lo que pasó después.

Unos cuantos fines de semana más tarde, estábamos de vuelta en casa y me invita a ir otra vez a un local de ambiente en nuestra propia ciudad. Y accedí. No voy a dar detalles, pero entre otras cosas, había una zona en que estabas en una cama redonda con una ventana de cristal que comunicaba con una pequeña cabina donde una chica te miraba y se masturbaba mientras tú tenías sexo con tu pareja. Yo lo había visto al revés en alguna película. Eran cabinas donde pagas por ver como se masturba una chica o hacen el amor delante de ti. Accedí a meterme en ese reservado y empezamos a toquetearnos y besarnos con la tía aquella mirando, para luego desnudarnos y empezar con cosas más en serio.

Antes de meternos en esa habitación, estuvimos en la barra y, en un momento que mi pareja fue al servicio, se me acercó un chico de unos veintitantos años, muy guapo y bien parecido, musculado y fibrado, y me empieza a hablar y hasta vacilarme un poco en plan ligue. Como era un sitio liberal no me quejé ni me pareció mal, aparte de que el chico estaba buenísimo, y una no es de piedra.

Poco después, estando los dos en el lío a tope y bien cachondos en el reservado, de repente se abre la puerta y aparece el chico de antes, desnudo y con una erección tremenda. Estaba muy bien dotado y, como he dicho, muy bien parecido. Yo me quedé cortada y sin saber qué decir. Mi pareja me pregunta que si no quiero, no pasa nada y se va, pero yo estaba toda cortada y con el cachondo del momento, así que no dije nada, lo cual fue interpretado por aquel tío como un sí, y se me puso al lado y empezó a besarme y acariciarme con mucha ciencia para decir la verdad.

Yo estaba tan cachonda y salida, y el chico estaba tan macizo, que me dejé llevar por la situación. Después de besarme toda y comerme las tetas del todo, me puso la polla en la cara y me cogió la cabeza para que se la mamara, y yo obedecí como si estuviera poseída o hipnotizada. Yo allí arrodillada e inclinada chupando polla como una loca. Me supo muy buena aquella verga veinteañera, mientras mi pareja me penetraba por detrás. Luego me penetraron los dos en diferentes posturas y me hicieron correr muy a gusto.

Pero todo ello no quita la falta de respeto. Nunca se me preguntó si quería o no, o si me parecía bien la situación, el ambiente y el tema en el que nos habíamos ido metiendo sólo a base de empujoncitos de su parte.

En casa, me preguntó qué tal lo había pasado, y yo le dije que bien, pero me quedó el resquemor de haber sido abusada de alguna manera.

Más tarde vino lo que tenía que venir. Me invita a otra vez a otro club y yo le digo que no me interesa. Que lo que pasó fue por sorpresa y que a mí no me va ese rollo, así que lo vamos a dejar como si no hubiese pasado nada. A lo que no respondió más que con un mal gesto de decepción.

No me voy a extender en detalles, pero luego descubrí que se lo montaba con tías cuando le daba la gana. Le encontré mensajes salidos de todo de tías haciendo referencia a situaciones que yo no entendía ni sabía cuándo habían sido, y avisos para revisar mensajes provenientes de Ashley Madison y otros sitios similares que dan salida a deseos de aventuras sexuales y puesta de cuernos.

Corté por lo sano y no volví a saber nada de él.

Luego me arrepentí bastante de haber participado en ese trío en Madrid. No porque no me gustara físicamente, sino por la falta de respeto y atención a mis sentimientos y decisión sobre la situación, y porque nunca me ha ido el rollo en cuestión.

Ahora, buscando información sobre el tema de los tríos sexuales, el intercambio de parejas y los swingers, he encontrado este sitio, y os dejo esta historia después de darme de alta únicamente para publicarla, y luego borrarme.

Qué lo disfrutéis, si os gusta a vosotros y vosotras. Yo paso.

Adiós.

* * *

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