CHINA: EROTISMO, SEXO Y TRÍOS EN EL PAÍS DEL DRAGÓN

China es un país con una de las trayectorias más largas y complejas de todas las habidas en el devenir histórico humano, con importantes cambios e incluso profundas revoluciones que han modelado su ideología, estructura social, y las actitudes y comportamiento de sus habitantes a lo largo de miles de años.

El arte y la literatura chinos se encuentran entre los más prolíficos del mundo en cuanto a variedad temática y riqueza de medios expresivos, con un gran número y diversidad de obras pictóricas, escultóricas y literarias de contenido erótico o sexualmente explícito. Incluyendo tríos sexuales entre parejas, mujeres y hombres en actitudes propias de una amplia variedad de tendencias y orientaciones.

No obstante, la forma de entender y representar las relaciones íntimas y sexuales también se ha visto alterada a lo largo de su compleja evolución, con importantes y sucesivos cambios, sobre todo a lo largo del último siglo, que han llevado a su población desde el rigor restrictivo de la era Mao y su Revolución Cultural hasta los cambios aperturistas puestos en práctica por las autoridades chinas en respuesta al nuevo entorno económico, social y a las tendencias globalizadoras en las últimas dos décadas.

En el caso del arte chino, también afectado por esta misma evolución, realizaremos una exposición de obras y objetos descriptivos de tríos y escenas sexuales con más de dos participantes en función de la época y marco cultural y filosófico que favorecieron su creación y difusión.

Taoísmo

El taoísmo, como sistema de filosofía de vida atribuido al filósofo Lao Tsé (siglo VI a.C.), y que daría lugar a un sistema religioso en el siglo III a.C., es uno de los principales resortes de la apertura hacia el sexo en la cultura china.

Sin entrar a comentar sus características y evolución, nos centraremos en lo que concierne a nuestra temática para resaltar su atención a los principios de armonía y equilibro entre las fuerzas del "yin" (femenino) y "yang" (masculino).

Entre sus métodos y creencias, mantenía que los hombres podían alargar sus vidas y la calidad de las mismas mediante la obtención de fuerza "yin" controlando sus eyaculaciones al tiempo que proporcionando orgasmos continuados a las mujeres. El sexo practicado con sabiduría se planteaba como práctica sanadora y regulador de energías.

Como es lógico, se convirtió en fuente de excelentes relaciones sexuales en la época.

Una doctrina muy alejada de las creencias y prácticas puritanas occidentales, aunque contemplaban igualmente una visión separada de ambos sexos, situando a la mujer en posición servil y subordinada con respecto a la figura masculina.

Su tradición se desarrolla a partir de numerosos textos antiguos, entre los que destaca el "Su Nu King" o "Clásico de la Virgen", cuyos primeros ejemplares conocidos datan del siglo V, aunque posiblemente fuera escrito mucho antes, puesto que incluye como personaje principal al emperador "Amarillo Huangdi", personaje mitológico del siglo III a.C. según muchos historiadores.

El texto en sí describe diversas situaciones y conversaciones entre este personaje y sus consejeras sexuales en torno a temas relacionados con la salud y plenitud vitales – como fines propios de la doctrina taoísta – y su aplicación a la sexualidad en relación a cuestiones tan concretas como la impotencia, la abstinencia, la eyaculación y las posturas sexuales más adecuadas para lograr tales fines.

La obra incluye diversas ilustraciones, de entre las que vamos a tomar ésta a continuación.

Si bien no representa un trío sexual propiamente dicho, escenifica una relación de pareja con una segunda mujer como apoyo a una de las posturas sexuales recomendadas por su autor, denominada "la tortuga remonta", en que la mujer receptora del coito se tumba boca arriba con las piernas flexionadas hacia el pecho para ser penetrada parcialmente en una primera acometida, y de forma completa a continuación hasta alcanzar el orgasmo. Método que, según indica el texto, favorece la forma física del hombre y su recuperación.

Las doctrinas, enseñanzas y estilo desarrollado por esta corriente filosófica y religiosa inspiraron las creaciones de contenido erótico o sexual de los artistas chinos en los siglos sucesivos.

Dinastía Ming

Este período de la historia china (1368 y 1644) supuso una expansión territorial y económica sin precedentes en la región, y ha sido descrita por algunos historiadores como "una de las mayores eras de gobierno disciplinado y estabilidad social de la historia humana".

Como es lógico, la riqueza de su producción literaria y artística corrió pareja a la excelencia de un período que ha pasado a denominarse la "época dorada" de la cultura y arte chinos (1400 a 1450), que dejó como legado algunos de los objetos y pinturas más bellos en la historia de este país.

El arte erótico y de carácter pornográfico de este período es igualmente prolífico y variado. Resultante del auge de clases medias de comerciantes y mercaderes en ciudades como Suzhou, Hangzhou y Guangzho, recibió la denominación general de "pinturas de primavera de palacio" (春宫画, "chungong hua"), en alusión a las fiestas y actos de libertinaje sexual supuestamente habidos tras las murallas de la Ciudad Prohibida.

Aunque de inspiración taoísta, desarrolla una enorme diversidad de temas y prácticas sexuales, incluyendo homosexualidad, lesbianismo y bisexualidad, sexo oral y anal, orgías y tríos. Algunos de ellos incluidos en los llamados "libros de almohada" o guías para la instrucción y aprendizaje sexual de parejas recién casadas, aunque no existe consenso en cuanto a que fuera éste el propósito real de estas representaciones.

Este tipo de arte, así como su propia denominación, sirvieron de inspiración al estilo shunga dentro del ukiyo-e japonés, ya tratado en otra sección dentro de este sitio web ("Japón: Tríos en el Arte Nipón desde el Siglo XVII"), aunque bien diferenciado y con numerosas singularidades, por otro lado claramente apreciables.

En primer lugar, las ilustraciones no presentan la exageración de proporciones y protagonismo visual de los órganos sexuales propios de la shunga, sino más bien al contrario, un estilo minimalista e incluso tendente al disimulo o miniaturización de la anatomía íntima.

Además, las pinturas chinas son menos precisas desde el punto de vista anatómico que las creaciones japonesas, con escasez y negligencia descriptiva en la parte superior de las figuras, en detrimento de la correcta distinción sexual de los participantes de las escenas, que de forma habitual caracterizan con rasgos imprecisos y afeminados a los protagonistas femeninos, lo cual dificulta la identificación del sexo de los representados para el espectador occidental.

Carencia de precisión que puede deberse, según se ha apuntado por parte de algunos expertos, a la falta de modelos reales en el caso de los artistas chinos, que según parece debían conformarse con figuras anatómicas de madera o marfil, frente a sus colegas japoneses.

Por otro lado, la obra pictórica erótica china de esta época, es más dulce y romántica que la desarrollada por los artistas japoneses del ukiyo-e, mostrando caricias, besos, abrazos, y otros gestos y actitudes afectivas entre las personas representadas, en contraste con el carácter agresivo y salaz propio del arte japonés, centrado exclusivamente en el acto sexual.

Finalmente, mientras que en las obras chinas y japonesas podemos ver tríos sexuales entre un hombre y dos mujeres, el enfoque e interpretación conceptual de ambos difiere sustancialmente. Así, en el arte chino prevalece la idea o fantasía sexual subyacente de un marido disfrutando simultáneamente de sus esposas o concubinas; mientras que el arte japonés ofrece una visión de la actividad sexual entre un hombre, generalmente poderoso, y sus asistentes o cortesanas (prostitutas).

Son muchas las obras de la época, y numerosas también las representativas de escenas de tríos con diversidad de participantes y actitudes. De entre los cuales hemos seleccionado los expuestos a continuación.

Pintura sobre papel representando un trío entre un hombre y dos mujeres, que reúne todas las características propias del estilo pictórico erótico de la era Ming.

Escena sexual de la era Ming parte del álbum "Bajo el Panel de la Morera desde las Flores de Primavera hasta la Luna de Otoño". En este caso, una mujer comparte sexualmente a dos hombres, que disfrutan igualmente el uno del otro introduciendo el elemento homosexual, parte de muchas obras propias de este período.

Otro encuentro sexual entre un hombre y dos mujeres, donde se parecía la simpleza e incluso carencia de rasgos sexuales distintivos de los protagonistas propia del período Ming.

Pintura sobre papel de la máxima sencillez en la representación de las dos mujeres y el hombre practicando sexo conjuntamente, con representación de un comportamiento lésbico o bisexual habitual en este período cultural y artístico.

Pintura erótica realizada con colores vivos pero igual estilo simplista y carente de detalles anatómicos. Tenemos que fijarnos en los peinados y los órganos sexuales de los participantes para poder distinguir a una pareja heterosexual practicando el coito mientras una segunda mujer sirve una copa al hombre.

Representación pictórica de un trío practicado en plena naturaleza junto a un lago o el mar entre una pareja heterosexual y una tercera persona cuyo sexo es muy difícil o imposible de determinar debido a la común falta de detalles anatómicos propia de las obras de este período artístico. La mujer es penetrada por detrás mientras practica sexo oral a un tercer personaje de reducido tamaño o muy joven y género indeterminado.

Pintura que muestra a un hombre y dos mujeres de aspecto e indumentaria nobles en un escenario interior igualmente refinado. El hombre es masturbado por la mujer a la que abraza mientras deja que la otra utilice su pie para estimular su vagina.

Pintura Ming con cierta riqueza de detalles y color que muestra un trío sexual entre un hombre y dos mujeres. Al tiempo que una de ellas práctica el coito sobre el hombre, la otra utiliza su pie derecho para masturbarse en una actitud repetida en otras obras de este período.

Un estilo visual que seguirá siendo utilizado por los artistas de períodos sucesivos.

Dinastía Qing

El período Qing (1644 –1912) ofrece interesantes muestras de arte erótico con representación de escenas de sexo generalmente entre un hombre y dos mujeres en el ámbito de la corte imperial.

Fueron creadas para su inclusión en los ya mencionados libros de almohada o de contenido erótico, cuya amplia difusión y popularidad pone de manifiesto el gran interés y fascinación ejercida por la vida íntima del emperador y su entorno entre las gentes de una época que, no obstante, supuso una vuelta a valores como la castidad y el decoro, al menos en intenciones y formas.

Su creatividad y número de muestras, que incluyen escenas de sexo explícito grupal realmente interesantes, supone el fin de una era.

Ilustración parte de un pergamino (siglo XIX). Muestra a dos hombres realizando la postura de la trampa de dedo china con una mujer. Tanto el confucionismo como el taoísmo concedían un valor casi espiritual al sexo oral, atribuyéndole efectos beneficiosos en cuanto a una mayor longevidad de quienes lo practicaban y recibían.

Pintura realizada en gouache y tinta sobre papel para ilustrar un libro de almohada (siglo XIX), que muestra un trío entre dos mujeres y un hombre. Destaca la ya mencionada falta de detalle anatómico de unas figuras, aún presente en este período, que aparecen como poco más que simples esbozos, con rasgos faciales claramente femeninos en el caso del varón.

Pintura sobre papel de la era Qing que muestra un trío entre un matrimonio y una concubina en un jardín. El hombre lleva un cordel alrededor del pene para evitar o retrasar la eyaculación, al tiempo que la esposa abraza a la joven concubina sobre sus rodillas ofreciéndosela al marido.

Ilustración sobre papel que muestra a tres mujeres en actitud lésbica, con una de ellas tumbada boca abajo en una mesa mientras otra está a punto de penetrarla con un consolador.

Magnífico ejemplo de una ilustración dentro del género "pinturas de primavera de palacio", que muestra a un hombre disfrutando sexualmente a dos mujeres en un entorno propio de alguna residencia nobiliaria o imperial.

"Pintura de primavera de palacio", aunque esta vez con dos hombres practicando sexo con una mujer, que está recibiendo una doble penetración en una estancia lujosamente adornada propia del palacio imperial o residencia nobiliaria.

Otra muestra de "pintura de primavera de palacio", representando a un hombre manteniendo relaciones sexuales con dos mujeres simultáneamente sentados sobre una gran mesa baja. Mientras penetra a una de ellas, situada a horcajadas sobre él, abraza y masturba a la otra a su derecha.

Las tres ilustraciones a continuación muestran escenas correspondientes a un trío entre un hombre y dos mujeres incluidas en uno o varios folletos pornográficos de la antigua China. La trenza rodeando el cuello del hombre es un estilo de peinado clásico de la dinastía Qing, lo cual nos permite suponer que se trata de obras realizadas en este período. Nótese el mayor detalle y corrección en la representación anatómica y diferenciación de género de los presentes en la escena, en una clara evolución a lo largo de este mismo período

Con un estilo incluso más refinado, podemos apreciar las tres pinturas a continuación dentro de una misma serie creativa realizada alrededor de 1850 mediante la técnica del vidrio invertido. Muestra un trío entre dos mujeres y un hombre con gran riqueza de colores y detalles de ambientación interior y atmósfera poética, en un conjunto que incorpora un apreciable realismo anatómico y expresivo, manteniendo las actitudes románticas y eróticas presentes en este género del arte chino, con caricias, abrazos y miradas sutiles entre los protagonistas de la escena, en contraste con obras de épocas anteriores.

Las dos últimas obras incluyen un enmarcado de madera circular que añade un toque voyerista al conjunto.

Era Moderna

Tras el colapso de la Dinastía Qing en 1911, y el advenimiento de la República de China (1912 – 1949) y posterior instauración de la República Popular China hasta nuestros días, se han sucedido cambios numerosos y radicales en la forma de entender y representar las relaciones íntimas y sexuales, según apuntamos al inicio de esta sección.

La Revolución Cultural de Mao Zedong sin duda marcó un punto de inflexión de corte represivo sobre las relaciones sexuales en base a modelos y estructuras de pensamiento ya existentes en la sociedad china, supuestamente para erradicar la "polución espiritual" llegada desde Occidente. Aunque su verdadera motivación no fuese otra que el fortalecimiento del estado frente a las estructuras familiares tradicionales mediante la restricción de las preferencias y relaciones íntimas y sexuales individuales al servicio de objetivos más elevados propios de su ideario y proyecto de construcción del gran estado comunista.

Se impone la castidad hasta el matrimonio, condenándose moral y legalmente toda forma de relación previa al mismo, así como las experiencias extramaritales, y se incluye la homosexualidad como tipo penal dentro de las normas contra el vandalismo y se cataloga como enfermedad mental, penándose igualmente las relaciones liberales. La sexualidad se utiliza como una herramienta más de control y modelado social, y se restringe exclusivamente a una función reproductiva, como parte de la conducta intachable exigida a todo ciudadano que quiera avanzar personal y profesionalmente en el nuevo modelo social.

Se prohíben las representaciones sexuales en el arte, la literatura y cualquier forma de expresión escrita relacionada con el sexo, eliminando la posibilidad de cualquier análisis, estudio, comentario o exposición pública de las obras mostradas en esta sección – ya se trate de tríos sexuales o cualquier otra práctica íntima – por su consideración de contrario de los valores propios de la revolución.

Situación que se extendió a lo largo de treinta años, calando profundamente en la psicología y conciencia de dos generaciones de chinos.

La muerte de Mao Zedong en 1976 abre la puerta a las reformas económicas y políticas de corte capitalista de Deng Xiaoping, que suponen una evolución hacia un modelo social más tolerante y menos intervencionista con respecto a la esfera privada.

Actualmente, y desde hace ya tres décadas, el rechazo a los patrones ideológicos impuestos durante la era Mao, ha supuesto una disminución en el control ejercido por los poderes públicos sobre la vida privada de sus ciudadanos, con relajación e incluso eliminación de muchas de las sanciones y restricciones legales y morales que afectaban a la vida sexual.

Así, la política de hijo único impuesta entre 1979 y 2015 supone el fin de la consideración del sexo como realidad al servicio de la reproducción. La búsqueda del placer a través de su práctica se ve obviamente justificada tras el primero o segundo nacimiento.

Las relaciones anteriores al matrimonio dejan de ser penadas con la reforma legislativa de 1997, favoreciendo un incremento en su práctica desde un 15.5% desde 1989 hasta el 71% en 2014 según el estudio realizado por la sexóloga Li Yinhe.

Lo mismo ocurre con las relaciones fuera del matrimonio.

La homosexualidad quedó fuera del ámbito penal en 1997 y eliminada también de la lista de enfermedades mentales del país en 2001. Actualmente existe un cierto movimiento y reivindicación por parte del colectivo LGBT hacia el reconocimiento de derechos y libertades.

Las prácticas liberales, la industria del sexo y la prostitución han experimentado un proceso evolutivo similar desde un marco legislativo que llegó a imponer la pena de muerte a propietarios de prostíbulos, publicadores de pornografía y organizadores de fiestas sexuales o tríos en las dos últimas décadas del siglo pasado. Todas ellas siguen prohibidas aún, pero bajo sanciones mucho menos severas, que llegan incluso a limitarse al cierre de locales o imprentas. En el caso de las fiestas swinger son comunes y raramente se enjuician por falta de denuncia.

Todo ello ha propiciado también un amplio debate y discusión sobre temas relacionados con la sexualidad a nivel público y académico, con numerosas publicaciones y foros de debate e información a todos los niveles, con especial mención a Internet, en un avance igualmente significativo y en claro contraste con la situación de épocas inmediatamente anteriores, cuya legislación mantuvo la prohibición de escribir sobre sexo hasta la década de 1980, entre otras tantas limitaciones.

Con todo, muchas de las obras artísticas y literarias chinas de contenido sexual han recibido un tratamiento restrictivo en cuanto a su estudio y exposición pública, cuando no declaradas como muestras obscenas de un arte decadente e impropio de una sociedad llena de contradicciones que otorga una gran importancia a las apariencias y el decoro a nivel público y privado, con un cierto porcentaje de la población que mantiene aún actitudes de rechazo a prácticas íntimas y sexuales de carácter liberal, considera que la mujer debe llegar virgen al matrimonio, condena en mayor o menor medida la homosexualidad, y se obstina en mantener una educación sexual claramente deficitaria e incompatible con las exigencias del mundo actual.

Love Land (China)

Caso representativo de la visión aún restrictiva sobre la sexualidad en China fue la suspensión de las obras y posterior demolición de las instalaciones de "Love Land" en Chongquing en mayo de 2009.

Proyectado como el primer parque temático en China, al sudeste del país, "Love Land" tenía previstas varias exposiciones artísticas con objetos representativos de todo tipo de práctica sexuales – incluyendo tríos y sexo grupal – talleres y una exhibición sobre la historia de la sexualidad humana.

Iba a ser el primer parque temático de contenido sexual en China tras su apertura en octubre de 2009, pero las autoridades del país cambiaron de parecer y declararon el proyecto y sus contenidos como vulgares, demasiado explícitos y una influencia potencialmente negativa para la sociedad china.

Sus instalaciones fueron completamente eliminadas, incluyendo su imponente letrero.

Love Castle (Corea del Sur)

Las exposiciones artísticas y de objetos representativos de sexualidad humana a lo largo de la historia que no llegaron a fin en el proyecto "Love Land" chino, encontraron su acomodo en diversos emplazamientos situados en Corea del Sur para deleite de visitantes locales y extranjeros.

De entre todos ellos, seleccionamos esta petaca de origen chino expuesta en "Love Castle" (Gyeongju), ilustrada con una escena en tinta negra representando un trío sexual entre un hombre y dos mujeres. Sexo explícito que muestra al hombre penetrando vaginalmente a una de las mujeres mientras masturba manualmente a la otra.

El tipo de objeto difícil de encontrar expuesto o a la venta en China.

No obstante, estas restricciones no son representativas de un país en franco proceso de evolución hacia el reconocimiento de la sexualidad como algo propio de la esfera privada de las personas, y un derecho humano.

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• Sexo en Trío
  • Sexo en Trío en el Arte y Literatura
    • China: Erotismo, Sexo y Tríos en el País del Dragón